Subdirectora de Desarrollo Digital

La perversión de la croqueta

'La croqueta, una delicia gastronómica'
La perversión de la croqueta
Pixabay

Las croquetas son un plato asociado a la cocina materna, a las guerras de harina en torno a una mesa con hule de cuadros, a rebañar con la cuchara los restos de la masa y a cenas en familia.

Con ellas se han alimentado ‘tuppers’ de estudiantes y trabajadores, han dado sabor a excursiones, pícnic y cenas románticas, y son uno de los juguetes preferidos de la gastronomía más sofisticada, porque tengan los ingredientes que tengan evocan la mejor de las nostalgias.

Podría decirse que constituyen un símbolo de afecto y buena voluntad. Quizá si Putin hubiera comido croquetas no estaríamos como estamos...

Así que el hecho de que una mujer desalmada haya convertido este manjar intocable en una vía para envenenar y así robar a su exmarido es un atentado contra una de las encarnaciones más inmaculadas, puras y tiernas de nuestra iconografía colectiva. De ahí, la conmoción que ha causado la noticia. No ha sido porque una persona intente envenenar a otra. Ni porque luego le robase aprovechándose de su malestar. Lo inconcebible, lo insólito es que se le ocurriera utilizar… una croqueta. Usar este plato para causar daño es una paradoja.

Cada uno elige sus ídolos. Los hay que adoran la naturaleza, el dinero, el poder o a un cantante… Yo venero esa alquimia que da lugar a una masa en la que se ligan briznas de alguna exquisitez para luego esculpirlas con huevo y pan rallado.

Pero, me temo, ya no será lo mismo. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión