Élites

Los momentos de crisis son propicios para que la sociedad dirija la mirada hacía sus élites.

 Existen algunas interpretaciones del resultado de las últimas elecciones italianas que tratan de explicar el auge de la extrema derecha como un intento desesperado del electorado por renovar las élites políticas y encontrar una suerte de liderazgo que consiga, de una vez, sacar al país de la senda del fracaso. Este recurso a las élites como un mecanismo de salvación colectiva que opera de forma casi mágica en beneficio de la comunidad, apela a resortes ancestrales movidos por la emoción y por la voluntad de creer que existe una solución fácil, directa y concreta al alcance de la mano, aunque resulte imposible decir verdaderamente como actúa.

Sobre el papel que jugaron las élites catalanas en el proceso independentista trata el último libro del periodista Manel Pérez titulado ‘La burguesía catalana’. Buen conocedor de los entresijos de la economía en la comunidad autónoma vecina, se ha preguntado con sistema, abundante información y profundidad sobre el papel que jugó la élite económica catalana en el ‘procés’, tanto en su acompañamiento inicial, como en su desactivación cuando el soberanismo difuso del presidente Mas se vio desbordado por el protagonismo de otros sectores sociales más radicales y con otros intereses. Al final se descubre una de las eternas verdades de la política: que existen actores muy poderosos en el juego del poder, pero que ninguno es tan fuerte que pueda imponerse sobre todos los demás sin contar con suficientes apoyos.

Pedro Rújula es catedrático de Historia Contemporánea (Unizar)