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  • Editorial

Un bien de primera necesidad

Organizado por WAN-IFRA, la Asociación Global de Editores de Noticias, plantea un debate crítico sobre el futuro y los retos de esta profesión.
Organizado por WAN-IFRA, la Asociación Global de Editores de Noticias, plantea un debate crítico sobre el futuro y los retos de esta profesión.
Heraldo.es

El mundo evoluciona constantemente y el periodismo debe moverse con él. Por eso, desde hoy, una jornada en la que en todo el planeta se celebra el Día Mundial de las Noticias, Zaragoza acoge la reunión anual más importante de líderes de medios de información, con presencia del rey Felipe VI, para reflexionar sobre la manera de hacer periodismo en la tercera década del siglo XXI. Es imprescindible responder a los retos que la actualidad impone a la prensa, pero sin perder la esencia del oficio: la búsqueda y la descripción rigurosa de los hechos. La Constitución española reconoce y protege el derecho «a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión». Y lo hace porque el buen periodismo, sobre todo de investigación, es lo que los economistas llaman un ‘bien público’. Esto es, los beneficios del periodismo repercuten en toda la sociedad, no solo en las personas que leen, ven y escuchan sus noticias y sus historias.

El World News Media Congress, que desde hoy celebra en Zaragoza su 73ª edición organizado por WAN-IFRA, propone respuestas a los nuevos retos a los que se enfrentan los editores y los periodistas, también allá donde la libertad y la prosperidad están en peligro. Los medios de comunicación de masas tienen un papel esencial en la articulación de los sistemas liberales, por eso su tarea social viene amparada en buena parte de las Constituciones de las democracias de todo el mundo. Son fundamentales para el ciudadano porque le ayudan a proteger sus derechos individuales en cuanto que deben controlar los poderes clásicos del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial), además de garantizar el buen hacer del económico y de otros poderes. Con esta misión social como horizonte, los medios tienen que adaptarse a cambios acelerados y sucesos inesperados: desde fenómenos como la ‘sobreabundancia de información’, por la eclosión de las redes sociales y la transición digital, o la ‘fatiga informativa’ después de las amplias coberturas dedicadas a la covid, a acontecimientos como la actual batalla propagandística por la guerra de Ucrania o los ataques extremistas lanzados desde algunas fuerzas políticas que buscan debilitar el periodismo creando desconfianza.

La Cumbre Mundial de Editores es una magnífica ocasión para potenciar la proyección internacional de Aragón y de España. Los mayores especialistas del planeta analizan en Zaragoza cómo atraer a los jóvenes, la desinformación, la transformación digital, la inclusión femenina, o la viabilidad de las compañías periodísticas. De cualquier modo, la esencia del periodismo permanece inmutable: proporcionar información fiable al ciudadano para que pueda ejercer su libertad.

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