Por
  • Julio José Ordovás

El nihilismo europeo

Pensionistas
El nihilismo europeo
Aránzazu Navarro

Una paloma ha venido a morir a la peluquería en la que me están rapando el pelo. 

Al verla, el peluquero interrumpe la tarea y sale velozmente a la calle para socorrerla. Pero no hay nada que hacer: un coche le ha pasado por encima y la paloma solo busca un rincón en el que ocultarse para morir.

Pienso en el título que se le dio en Francia a ‘El pájaro espino’ y a la serie que se hizo sobre la novela de Colleen McCullough: ‘Los pájaros se esconden para morir’. Michel Houellebecq lo menciona en ‘Aniquilación’, su última novela, donde reflexiona y nos hace reflexionar sobre la eutanasia. El escritor francés siempre se ha opuesto a la legalización de la eutanasia. "Una civilización que legaliza la eutanasia pierde todo derecho al respeto", escribió en ‘Le Figaro’ hace unos años. Dice uno de los personajes de ‘Aniquilación’: "La verdadera razón de la eutanasia es que ya no soportamos a los viejos, ni siquiera queremos saber que existen, por eso los aparcamos en lugares especializados, fuera de la vista de los demás seres humanos. La cuasi totalidad de la gente hoy en día considera que la valía de una persona disminuye a medida que su edad aumenta; que la vida de un joven, y más aún de un niño, vale mucho más que la de un anciano". Y continúa: "Al conceder más valía a la vida de un niño negamos todo valor a nuestras acciones reales. Devaluar el pasado y el presente en beneficio del futuro, devaluar lo real para preferir una virtualidad situada en un futuro incierto, son síntomas del nihilismo europeo". Hay quien considera a Houellebecq un simple provocador. A mí, en cambio, me parece que es el Dostoyevski de nuestra época.

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