Sánchez en Zaragoza
Pedro Sánchez, junto a Javier Lambán y a los demás dirigentes regionales del PSOE y acompañado por seis ministros socialistas, lanzó ayer en Zaragoza su estrategia de cara a la larga carrera electoral.
El Partido Socialista es consciente del desgaste que ha experimentado en el Gobierno y de que tiene que recuperar apoyo entre los ciudadanos antes de que lleguen los comicios municipales y autonómicos del próximo mes de mayo. El objetivo de Sánchez es transmitir una visión favorable de su gestión en unos tiempos difíciles.
Con la reunión del Consejo Político Federal, el PSOE pone en marcha la hoja de ruta diseñada desde la Moncloa para elevar las expectativas electorales del partido, un camino hacia las elecciones de 2023 en el que Sánchez recorrerá una buena parte de España. Se trata de dar respuesta a la preocupación de muchos líderes regionales socialistas por la influencia negativa que el desgaste gubernamental y la propia imagen distante del presidente Sánchez pudieran tener en los comicios municipales y autonómicos. El PSOE tiene las encuestas en contra -aunque la última del ahora poco fiable CIS vuelve a situar por delante a los socialistas- y le urge transmitir a los ciudadanos una imagen favorable de la actuación del Ejecutivo, que el presidente quiere centrar en los mensajes de política social frente al supuesto egoísmo de los poderes económicos y de la oposición. Sánchez -mezclando de manera poco adecuada un acto de partido con las funciones del Gobierno- aprovechó su discurso de ayer para anunciar medidas como una partida para reforzar la Atención Primaria o la inminente rebaja del IVA del gas. Lambán, por su parte, llamó a la movilización del electorado socialista, especialmente en Zaragoza. Paralelamente, en Toledo, Alberto Núñez Feijóo lanzaba también la precampaña electoral del PP. Queda pues abierta una confrontación que se prolongará durante meses, haciendo que cualquier acuerdo de Estado resulte aún más difícil.
