Por
  • Isabel Nerin

Saber y hacer

Un fumador, junto a un cartel de prohibido fumar.
Saber y hacer
Heraldo

No era de extrañar que el titular ‘¿Qué hacemos con el tabaco?’ publicado en este diario hace unos días llamara mi atención, dado que gran parte de mi actividad profesional está ligada a la prevención y el tratamiento del tabaquismo. 

El artículo recogía la preocupación acerca del inicio del consumo en las personas más jóvenes y recordaba las fechas de las últimas regulaciones sobre el consumo de tabaco en nuestro país: 2005 y 2011. Desde entonces, hace casi 12 años, España ha hecho muy poco en políticas de prevención del tabaquismo y resulta improbable que sea por desconocimiento de lo que hay que hacer. Monitorizar el consumo de tabaco, proteger a la población del humo de segunda mano promocionando los espacios libres de humo, ofertar tratamiento para dejar de fumar, advertir del daño que conlleva fumar y aumentar el precio de los productos de tabaco son las políticas recomendadas por la OMS para reducir el consumo de tabaco. Prohibir comprar tabaco a los más jóvenes es una propuesta reciente de algunos países, pero España debería hacer los deberes antes de llegar a esta propuesta. Hace tan solo unos meses, Sanidad circuló un borrador para una nueva regulación sobre los productos de tabaco; sin embargo, parece que una vez más el mencionado borrador volverá al cajón al primar intereses políticos sobre los intereses de la ciudadanía. Resulta oportuno recordar que "No basta saber, el conocimiento hay que ponerlo en práctica, querer no es suficiente se debe también hacer" (Goethe).

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