Pedro Sánchez, ante el Mont Blanc
Un español acaba de hacer historia en la más emblemática de las carreras de montaña.
Kilian Jornet se ha impuesto con una marca récord en el Ultra Trail del Mont Blanc: 19 horas y 49 minutos para recorrer 171 kilómetros y superar 10.000 metros de desnivel. Ante la extrema dureza, ha triunfado la resistencia del hombre que marcha solo. Pedro Sánchez quiere seguir sus huellas, pretende conseguir en política lo que el solitario atleta de Sabadell ha obtenido en el ultramaratón que rodea el macizo del Mont-Blanc.
Jornet logró en las últimas horas de la carrera alcanzar al primer clasificado y dejarlo atrás en la última subida. Sánchez aspira a hacer lo mismo con Feijóo, que le supera en las encuestas. Los dos protagonistas del revivido bipartidismo español inician hoy en el Senado una ultramaratón de dieciséis meses. Va a ser una prueba larga incluso para dos experimentados políticos como ellos. El líder socialista no lo tiene fácil. Le esperan más cuestas, desde la inflación al gas. A cambio, ha depurado mucho su técnica, al estilo de los mejores alpinistas: ligereza y disciplina mental del ascenso en solitario.
En las cordilleras más altas del mundo se están viendo en los últimos años gestas imposibles gracias a la velocidad de los montañeros y la utilización de muy poco material. A Sánchez le gusta ese estilo himalayista. Por eso practica un acelerado hiperactivismo político, por eso se ha desprendido de los ‘sherpas’ que ralentizan su marcha y por eso prescinde de las mochilas ideológicas que limitan su ascenso. Lo único importante es hollar la cima.
