Por
  • Vicente Pinilla

Idiomas

Escuela Oficial de idiomas de Zaragoza.
Escuela Oficial de idiomas de Zaragoza.
Guillermo Mestre

El conocimiento de idiomas se ha convertido en una herramienta básica para el acceso a muchos puestos de trabajo.

 En nuestro sistema educativo la enseñanza de un idioma es obligatoria y es frecuente complementarla con un segundo. Hemos creado itinerarios bilingües en la enseñanza para ayudar a nuestros jóvenes. En la universidad es obligatorio alcanzar al menos un B1 en inglés para poder obtener un grado. Paradójicamente, para ser presidente del gobierno de España el conocimiento de idiomas no es necesario. Nuestros presidentes han deambulado como sonámbulos en las cumbres internacionales por su incapacidad para comunicarse con el resto. He sufrido viendo a Aznar, Zapatero o Rajoy apartados de los demás, aislados en un ambiente donde ser políglota es un activo fundamental. Aznar lo entendió bien al terminar su mandato y se afanó, parece ser que con cierto éxito, en mejorar sus habilidades lingüísticas. Felipe González tuvo la fortuna de que su francés le permitió en una Unión Europea liderada por Delors manejarse con soltura y lograr buenos resultados para España. Sánchez también se mueve como pez en el agua en las cumbres y pone de relieve lo fundamental que es que nuestros mandatarios, puedan mantener encuentros con sus homólogos sin intérpretes. Así que no quiero volver a pasar vergüenza viendo a nuestros presidentes marginados por su incompetencia lingüística. ¿Y si pedimos un B2 en inglés, que no es mucho, para ser presidente del gobierno?

 Vicente Pinilla es catedrático de Historia Económica de la Universidad de Zaragoza

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