Buen verano turístico

Los hosteleros aragoneses esperan un «buen agosto» aunque empiezan el mes con un 70% de ocupación. Las buenas perspectivas turísticas se van confirmando, aun con el cambio de hábitos vacacionales que ha traído la pandemia, como la práctica de reservar a última hora. El sector fue uno de los más perjudicados por las olas de la covid entre los años 2020 y 2021. Los buenos resultados del mes de julio y las buenas previsiones para este agosto materializan la esperanza de que, efectivamente, el retroceso sufrido pueda convertirse pronto en historia. Cuestión aparte es como pueda afectar en un futuro próximo la espiral inflacionista que ya se percibe en el alto coste de viajes, hoteles y alquiler de apartamentos.

Varias causas explican la buena marcha del sector turístico tanto en Aragón como en el resto del país. La primera, la reducción del riesgo sanitario de la pandemia y la eliminación de las restricciones de viajes entre los países europeos. También se perciben las ganas de volver a viajar de buena parte de la población tras dos años de miedo y restricciones. Otro factor positivo para España es la eventual atracción de turistas que antes iban a países competidores que están más cerca del escenario bélico ucraniano. Como elementos negativos, los empresarios aragoneses reconocen que la competencia es grande y que la situación económica no ayuda.

Por todo ello, pese a la buena evolución veraniega del turismo, nadie debería bajar la guardia, ni las empresas ni las administraciones públicas. La elevada inflación y el aumento de costes salariales que puede producirse en ausencia de un pacto de rentas ensombrece el panorama a medio plazo. Por ello hay que seguir mostrándose muy proactivos e intensificar las campañas de captación de visitantes, insistir en la contención de costes y formar personal cualificado para prestar un servicio de la máxima calidad.