El apoyo europeo a Ucrania
Habiendo asumido un inusual protagonismo geopolítico a causa de la guerra de Ucrania, la Unión Europea tiene ahora que mantener su firmeza y su unidad, reforzando la causa ucraniana y aumentando la presión económica sobre el régimen de Putin.
El pulso con Moscú es complicado por las consecuencias que supone también para la economía europea, y Rusia tiene además en su mano la baza del gas, pero Europa debe estar a la altura del desafío.
Mientras que continúan los combates en el Donbás y los ataques rusos contra objetivos civiles, la Unión Europea sigue también profundizando en su estrategia para apoyar a Ucrania. La propia seguridad europea exige hacer frente a la agresión rusa para parar los pies a la grave amenaza que el régimen de Putin ejerce sobre los sistemas democráticos. Los ministros de Exteriores de la UE estudiarán hoy una nueva partida de ayuda armamentista para Kiev por un importe de 500 millones de euros, con lo que el apoyo militar de la Unión alcanzará un total de 2.500 millones. Se debate también un nuevo paquete de sanciones contra Rusia propuesto por Bruselas. Y se quiere lanzar una campaña diplomática para ganar apoyos en Iberoamérica y el Caribe, lo que implica reforzar la acción exterior del bloque europeo. Al mismo tiempo, Europa espera con preocupación lo que pueda ocurrir con el suministro de gas a través del Nord Stream 1, cerrado el día 11 para reparaciones y que Rusia debería reabrir esta semana. Si Putin se decide a cortar totalmente el suministro de gas, las consecuencias económicas y sociales podrían ser dramáticas el próximo invierno. El enfrentamiento económico con Rusia tiene riesgos y efectos negativos para los europeos, pero desistir y abandonar a Ucrania los tendría a medio plazo aún peores. La UE se propone apoyar a fondo a los ucranianos hasta que estén en condiciones de fijar términos favorables para un posible acuerdo de paz o de alto el fuego.
