Por
  • Editorial

Espiral inflacionista

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño
EP

La inflación está disparada en España; en Aragón, aún más. La tasa interanual ha disminuido una décima en la Comunidad (9,3%), pero sigue siendo superior a la media nacional que asciende al 8,7%. Además, la inflación subyacente (que excluye el precio de la energía y los alimentos frescos por ser los elementos más volátiles) ya está casi en el 5% a pesar de que terminó el año 2021 en el 2,1%. La subida de la subyacente es aún más inquietante porque indica que el incremento del coste de la energía, achacable a la guerra en Ucrania, se está trasladando al resto de la cesta de la compra. Revertir esta tendencia será más difícil. De hecho, el Banco de España ha alertado de que la inflación, aunque se verá ligeramente contenida por el tope al gas, será «más intensa y persistente».

La inflación se confirma mes tras mes como el indicador económico con más potencial para dañar la renta de los hogares, especialmente los más vulnerables. Es cierto que los precios en España solo están ligeramente por encima de la media de la zona del euro. También es verdad que la guerra de Ucrania esta detrás de una parte importante del aumento del coste de la vida. No obstante, estas explicaciones, habituales entre los miembros del Gobierno, no alivian la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.

El Banco de España ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento del PIB y ha enfriado las expectativas respecto al tope al gas, la gran esperanza del Ejecutivo para frenar la escalada de precios. Según la entidad, la medida aprobada esta misma semana por Bruselas solo bajará 0,5 puntos el IPC. Más efectiva será la subida de tipos que va a emprender el Banco Central Europeo; a cambio, puede ralentizar la incipiente recuperación. El miedo a un posible escenario de recesión hundió ayer las bolsas. La UE debe vigilar de cerca que no se cometan los mismo errores que en 2008.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión