El grupo Stellantis tiene previsto fabricar dos nuevos modelos eléctricos en Figueruelas desde el año 2023. Así figura en el proyecto presentado al Ministerio de Industria para el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado que lidera la factoría zaragozana, una iniciativa que incluye inversiones por 223 millones de euros. La llegada de nuevos modelos eléctricos es una garantía de futuro para la planta y para todo el sector aragonés de la automoción, que representa unos 17.400 empleos directos. La Comunidad autónoma dispone de las herramientas y la estructura necesarias para mantenerse como un referente en el mundo del automóvil y, al mismo tiempo, convertirse en un nudo de electromovilidad que pueda competir directamente en el entorno europeo. Ahora es cuestión de agilizar la puesta en marcha del Perte.

Stellantis ha confirmado por primera vez la llegada a la fábrica zaragozana de coches eléctricos que podrían sustituir en su cadena de montaje a dos modelos cuya vida útil está previsto que termine antes de dos años. Los nuevos, según han publicado medios especializados, serían las versiones eléctricas del Peugeot 208 y del Lancia Ypsilon. De esta manera, en Figueruelas se producirán tres coches a baterías al sumar el Corsa. Sería un empuje fundamental para la electrificación de la planta aragonesa y sus auxiliares.

El grupo automovilístico ha concretado que el proyecto presentado al Perte (proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) que encabeza la planta de Zaragoza cuenta con 23 socios industriales y tecnológicos ubicados en seis comunidades (el 46% son empresas aragonesas) y se divide en un total de 41 proyectos primarios. La obtención de estas ayudas es primordial porque harán posible la puesta al día de los centros productivos que permitan ensamblar más coches eléctricos.