Por
  • Francisco Javier Juárez Gracia

Andorra, año 2500

Adiós a las simbólicas torres de Andorra
Andorra, año 2500
Jorge Escudero

La historia de la ciencia y de la industria está llena de enormes inventos: la rueda, la imprenta, la máquina de vapor, la radio, el tocadiscos, los ordenadores... 

La mayoría de ellos se perpetúan y evolucionan; para otros, sin embargo, ha sido imposible pervivir. Hemos perdido muchos de ellos porque a nadie se le ocurrió conservarlos.

Por poner un ejemplo, se dice que Nikola Tesla (1856-1943) inventó una máquina de terremotos, el ‘oscilador de Tesla’, que, según contaba, era capaz de derribar un edificio como el Empire State mediante vibraciones. Curiosamente, el nombre de la actual empresa automovilística Tesla Motors es un tributo a este inventor. Seguramente si ese invento se hubiera conservado y desarrollado, no se necesitaría dinamita para demoler la Térmica de Andorra.

Me pregunto si en la Andorra del año 2500 sus habitantes recordarán que allí hubo minas de carbón y que mediante una unidad de producción térmica se generaba electricidad. Tal vez sí, pero seguro que no sabrán cómo lo hacían, qué máquinas se utilizaban (molinos, turbinas, calderas, planta de desulfuración de gases, etc.), cuál era la magnitud, el tamaño y la implicación de su sociedad en esas tareas. Todo un relato y un paisaje antropizado que muy posiblemente se pierde y que nadie sabe si existirá en la Andorra de 2500.

Con la demolición de la central térmica de Andorra, Aragón pierde una instalación que podría haberse convertido en un elemento importante de su patrimonio histórico

Curiosamente, Endesa (Empresa Nacional de Electricidad) recoge el legado de la historia en España de la electricidad, como heredera de la empresa pública que fue, a través de una Fundación que, según expresa en su web, pretende "materializar la responsabilidad moral, ética y social que supone preservar la herencia de nuestro país, pero también servir a la ciudadanía como herramienta de trabajo y consulta básica, con una filosofía clara: la de vincular el pasado, presente y futuro de la compañía con el de la sociedad".

En Europa hay muchos ejemplos de reutilización del patrimonio industrial buscando nuevos usos sin destruir su pasado, y actualmente la accionista mayoritaria de Endesa, Enel, está conservando y dando un nuevo uso a las centrales térmicas en Italia.

Esta carta quiere dar las gracias a María Pilar Biel Ibáñez, miembro de TICCIH España (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) por elaborar el informe técnico que sirvió de base para la solicitud de la declaración de Bien Catalogado del Patrimonio Cultural de Aragón de la Central Térmica de Teruel, y a todas las asociaciones de defensa del patrimonio que nos recuerdan a los ciudadanos, a las empresas y a los gobiernos la importancia de proteger nuestro patrimonio histórico e industrial y velar por el mantenimiento de nuestra historia y nuestra cultura.

Qué pena que, una vez más, las recomendaciones de las asociaciones no sean escuchadas y que nuestros gobiernos hagan muchas veces las leyes para incumplirlas. No solo Endesa es responsable de dinamitar un icono del patrimonio industrial de Aragón como es la central térmica de Andorra, también lo es el Gobierno de Aragón, que podría haberlo paralizado con la incoación del expediente de Bien Catalogado del Patrimonio Cultural, y de la misma manera el Ayuntamiento de Andorra incoando un expediente de Patrimonio de Interés local. Argumentos y valores no les faltaban pero ninguno ha querido actuar, ellos sabrán por qué. Con decisiones así, perdemos todos.

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