El grupo Stellantis ha presentado al Ministerio de Industria su proyecto para el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado que lidera su planta de Figueruelas. 

Esta iniciativa del grupo automovilístico internacional en el que se incluye Opel se basa en el plan industrial de la factoría zaragozana para tres años que incluye inversiones de unos 230 millones de euros. Stellantis y los demás fabricantes instalados en España se juegan mucho en este proceso de electrificación porque tienen fuertes competidores en Europa, especialmente en el Este. El sector avanza así en la buena dirección, pero es importante hacerlo con la máxima rapidez y con el objetivo de que las ayudas lleguen también a las pymes.

Stellantis aspira con su propuesta a recibir una sustanciosa parte de las ayudas del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica del vehículo eléctrico y conectado (Perte VEC), con fondos de la Unión Europea. El plan para Figueruelas, que es diferente del que se impulsa para las fábricas de Vigo y Madrid, cumple todos los requisitos, entre ellos la destacada participación de pymes y que beneficie a varias comunidades autónomas. Se trata de un proceso de modernización imprescindible para que la factoría zaragozana siga estando a la vanguardia en la fabricación mundial de automóviles.

La participación del tejido empresarial aragonés en los diferentes Pertes que el Gobierno ya ha aprobado (vehículo eléctrico, salud, energías renovables, agroalimentario, nueva economía de la lengua, economía circular, sector naval, aeroespacial y digitalización del ciclo del agua) es fundamental porque están llamados a transformar la economía productiva de la Comunidad y de todo el país para las próximas décadas. Los multimillonarios fondos europeos aprobados por Bruselas para mitigar los efectos de la pandemia representan un hito para el futuro de la economía española.