Tenemos un problema con las PCR, con los EPI y, sobre todo, con las mascarillas". 

Fue la alerta de varios consejeros en la reunión del consejo interterritorial del 1 de marzo de 2020. Pero el Gobierno siguió exportando material sanitario mientras países como Alemania ya lo habían prohibido. Fue un retraso incomprensible en la gestión de la pandemia, uno más de los constatables en las actas de estas reuniones, a las que ha tenido acceso 20minutos a través del Portal de Transparencia.

Sanidad ha tardado 19 meses en aprobarlas y 21 en hacerlas públicas. Y tardó siete meses en regular el precio máximo de las mascarillas. A las demoras, se unen las contradicciones, comprensibles en principio, pero no del todo.

La magnitud de la pandemia era desconocida y enorme, pero el 31 de enero la OMS había decretada ya la emergencia sanitaria internacional. Entonces se sabía que el virus era muy contagioso y que había que evitar por todos los medios que se contagiaran los sanitarios. Pese a ello, en la reunión del 18 de marzo, con España confinada, la recomendación es que cada comunidad se busque la vida como pueda porque las solicitadas compras centralizadas no son suficientes para atender una situación angustiosa.

La lectura de las actas deja una sensación de vértigo, como si viéramos la ola de un tsunami y buscáramos refugio alejándonos tranquilamente de la orilla del mar. Y están pendientes las ‘actas’ de qué errores no habría que repetir ante otra catástrofe.