La paradoja Piketty

El economista francés Piketty
El economista francés Piketty
Efe

El Círculo de Bellas Artes de Madrid organizó el pasado 14 de enero un ‘Diálogo entre Yolanda Díaz y Thomas Piketty’, con el subtítulo ‘Transformar el presente, imaginar el futuro: más allá de la precariedad y de las desigualdades’. 

La grabación está disponible en Youtube y quien quiera puede reproducirla, si resiste, durante una hora y media.

Los primeros trece minutos y algo más corresponden a las presentaciones protocolarias. Se pueden obviar. En realidad, la mayor parte es prescindible. Son ‘calorías basura’. Se comprueba, al escuchar el lío de preguntas del moderador, la superficialidad de las respuestas de la ministra e incluso del propio Piketty. Sin embargo, pese a la falta de sustancia general, sirve para confirmar la paradoja de cómo hacerse rico y ganar poder hablando de la desigualdad. Especialidad de este economista francés y también, a su manera, de esta ministra.

Hay quien consigue ganar millones o alcanzar posiciones privilegiadas de poder a base de criticar las desigualdades sociales

El acontecimiento fue un puro acto de márquetin con perfume intelectual y alternativo donde convergen de forma simbiótica diversos intereses. Dos evidentes. Por un lado, el del autor y sus editores, colocando en el mercado su nuevo libro. Por otro, el de la ministra –candidata ‘in pectore’–, intentando aparecer como ideóloga, capaz de aportar reflexiones relevantes. Mientras, en la tramoya quedaban los patrocinadores, los teloneros y hasta la voz de un espontáneo que interrumpe por unos instantes (27’:29’’ al 27’:54’’). Estaban allí cada uno para hablar de lo suyo. Ni fue un diálogo ni fue un debate, solo propaganda. Una representación, un espectáculo con éxito de audiencia donde se vendió la igualdad como opción política consiguiendo alimentar un particular tenderete ideológico.

Piketty, hablando en su idioma y con traducción simultánea, se manifestó por el socialismo participativo, contra la empresa monárquica, contra la globalización actual y el enriquecimiento de unos pocos que se aprovechan de los mecanismos legales existentes, contra las formas de propiedad privada que alimentan paraísos fiscales, la impunidad de las grandes multinacionales, defendió la utilidad de tipos marginales… En fin, temas manidos, sin ninguna novedad destacable. Por su parte, la ministra hizo los coros en la ‘jam-session’, con poco acierto, falta de fundamentos, de lecturas y de argumentos más allá de una versión simplificadora tipo Robin Hood. Claro, ella estaba para lo que estaba, para hacerse la foto, chupar cámara, sentirse muy próxima a ‘Tomás’, decir que pelea contra la deserción fiscal de los hiperricos y ponerse del lado de la ‘gente’ prometiendo trabajar por una fiscalidad común europea. Temas todos cruciales, pero poco creíbles dichos por quienes tienen la solución antes de conocer los problemas.

Curiosa paradoja. Una buena manera de explicar el capitalismo y la acumulación de riqueza es experimentar cómo hacerse rico

En el vídeo no se ve, pero es de imaginar que en algún rincón instalaron un puesto para vender ejemplares del libro que se presentaba sin presentarse. ¿Quizá no? ¡Qué más da! Pero sin un espacio de comercio de ideas, de intercambio y compraventa, no se habría ni convocado el acto. Piketty es una ‘vedette’ global, que lo es por ser un autor ‘superventas’. Un universitario, escritor de ‘best-sellers’ que saltó a la fama con ‘El capital en el siglo XXI’. Ese fue el primer ‘hit’ que le ha puesto en lo alto de los ranquin y del ‘top’ ventas de las ciencias económicas.

Sólo ya en el año 2014, un año después de su publicación original en francés, había vendido más de 1.300.000 copias. En un cálculo a la baja ganó al menos el equivalente en euros. Lo cual no está mal para un tocho infumable donde se vuelve a revisar el capitalismo en su versión contemporánea. No se sabe si escribió el texto persiguiendo propósitos científicos, objetivos políticos o por mero olfato de negocio. Posiblemente, empezó por el lado intelectual y se encontró con la sorpresa del dinero. Esa es la paradoja Piketty. Consiste en enriquecerse criticando cómo funciona la acumulación de riqueza y la creciente desigualdad en el capitalismo del siglo XXI. Una buena manera de explicar el capitalismo y la desigualdad es experimentar cómo hacerse rico. Hemos de estar siempre atentos al dicho aquel que dice: ‘dime contra qué te peleas y te diré en qué te convertirás’. Le puede pasar a cualquiera.

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