Por
  • Manuel Mostaza Barrios *

Malestar y viejos demonios

Imagen del molino de Ainielle, ahora rehabilitado
El molino de Ainielle, pueblo en el que cae 'La lluvia amarilla', ahora rehabilitado
M. M.

Sostiene el profesor Juan Luis Suárez que la interrupción es “el signo de los tiempos en que vivimos”. Algo así deben de estar pensando en el Partido Popular viendo cómo evoluciona la serie electoral que este periódico publica mes a mes. 

Los de Casado bajan de nuevo y dilapidan su ventaja electoral, frente al refuerzo de la fidelidad de voto que experimenta Vox y que parece poner fin de momento al trasvase de votos hacia los populares. Estos dientes de sierra parecen mostrar que a los electores no les gustan los líos, y parece que a los ubicados del centro a la derecha no les agrada la batalla entre Génova y la Puerta del Sol. No en vano, la presidenta Díaz Ayuso obtiene mejor valoración entre los votantes de ese amplio espectro que el líder nacional del partido.

Pero tampoco van bien las cosas en la acera de enfrente: el PSOE sigue estancado desde el punto de vista demoscópico y Unidas Podemos tampoco despega, con el problema añadido, en el caso de la formación morada, del escaso tirón que Ione Belarra tiene entre su propio electorado. El fantasma de Yolanda Díaz sobrevuela sobre ambas formaciones y las tensiones que genera son consideradas perjudiciales para dos tercios de los votantes.

Los asuntos presentes en la agenda muestran un creciente malestar ciudadano: los españoles están muy preocupados tanto por la subida de los precios vinculados a la transición ecológica (energía, combustibles…), como por las reformas prometidas a Bruselas (modificaciones en el sistema de pensiones, por ejemplo). La mala imagen que los ciudadanos tienen de las políticas del Gobierno en estos temas avanza la posibilidad de un año 2022 lleno de protestas contra el Ejecutivo. La encuesta muestra además que algunos de los viejos demonios de la izquierda no han terminado de desaparecer en la sociedad española (dos tercios de los españoles está a favor de potenciar o mantener la energía nuclear, por ejemplo).

Por si fuera poco para los grandes partidos, los españoles apoyan el surgimiento de formaciones que den voz a la España rural de interior. A la España olvidada. Veremos a ver si la idea cuaja; como dejó escrito Julio Llamazares en una de sus mejores  novelas, “el tiempo es una lluvia paciente y amarilla que apaga poco a poco los fuegos más violentos”.

                                                              * Politólogo y director de Asuntos Públicos de ATREVIA

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