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Cartas al director de HERALDO: En clase con el abrigo puesto

Imagen del centro de Montañana a las 15.30 de este jueves
'En clase con el abrigo puesto'
Laura Uranga

En clase con el abrigo puesto

Ya perdonarán ustedes, mis queridos lectores, que tenga la osadía de pretender que mis disparatados devaneos mentales, tal vez fruto de un colapso neuronal por la pandemia o el paso de los años, sean publicados y les hagan perder su maravilloso tiempo, pero es que últimamente no entiendo casi nada. 

De todas formas, no debo preocuparme; la digitalización me promete un idílico futuro en el que los algoritmos tomarán decisiones por mí. ¡Qué descansada voy a vivir! Pero a lo que iba. ¿Se puede comprender que en los institutos tengamos que dar clase con abrigo para combatir el frío ocasionado por la ventilación y en los centros comerciales necesitemos despojarnos de esa prenda invernal porque hace calor? Si en esos lugares se han instalado máquinas que renuevan el aire para evitar los contagios, ¿por qué no se acondicionan los centros educativos? Dado que el coronavirus ha venido para quedarse, no nos extrañe que algún experto, para justificar la falta de inversión, argumente que el aprendizaje de los alumnos aumenta al disminuir la temperatura del aula. Resulta inconcebible el desinterés de nuestros dirigentes por la educación, demostrable, una vez más, en la nueva ley, cuyos fundamentos leo con espanto. Se resalta la transmisión de valores como la igualdad, pero se reducen los contenidos y se rebaja la exigencia. El feminismo y la sapiencia deben de ser incompatibles. ¿Habrá que fomentar la incultura y la vagancia para erradicar el machismo? Y fuera del ámbito educativo mi comprensión no mejora. Se nos obliga a llevar cinturón de seguridad en los coches, siendo que el perjuicio solo afecta al incumplidor, pero la vacunación, que condiciona la salud de los demás, es opcional. De locos.

M.ª Pilar Ciprés Domínguez. Zaragoza

Una mujer vanguardista

El 6 de diciembre Carmen Izquierdo habría cumplido 106 años. Aunque nunca fue nunca amiga de desvelar la edad. Y, en su muerte, solo puedo celebrar su actitud ante la vida. Este escrito va dedicado también a una generación de mujeres que supo tomarle el pulso a la historia, pues dentro de un entorno bastante conservador y reaccionario consiguieron reconvertirse en líderes de un cambio que ha llevado al sexo femenino a ser lo que es hoy. Tanto es así que ese espíritu aún sigue vivo. Habiendo nacido en una familia conservadora, doña Carmen desde siempre rompió tabúes. Y fue la más vanguardista hasta el final, siempre con interés y curiosidad, por saber y estar enterada de todo lo que acontecía a su alrededor. Eso le hizo seguir estando mágicamente joven, inexplicablemente hermosa. Mi madre fue también una revolucionaria en el vestir y en la estética. Lo que tiene mérito, pues la moda de su tiempo, marcada por una España oscura y mojigata, dista mucho de la liberación y el ‘fashion business’ actuales. Ella desafió a este país adelantándose a su tiempo, claro que su belleza fue proverbial y su modernidad un oasis entre convencionalismos casposos. La moda fue para ella una cuestión natural, casi vital, en una familia donde esta profesión era algo habitual. Durante toda su vida siempre ha sabido quién es quién en el mundillo, tanto que los actuales nombres de los diseñadores le eran de tanta familiaridad como a mí mismo. Algunos de ellos la quieren y la saludan con afecto. El mismo, al fin y al cabo, que ella siente hacia el ‘métier’. No es complejo de Edipo, es agradecimiento por haber disfrutado del lujo de tenerla a mi lado como cómplice de mis sueños, que no es poco.

Pepe Reblet. Zaragoza

Peligro para el peatón

Cada día es más complicado ser peatón en Zaragoza. Patinetes eléctricos y bicicletas son los amos de las aceras. Ni el Ayuntamiento ni la Policía hacen nada para solucionar este problema y prohibir su circulación. Sin ir más lejos, he presenciado dos atropellos en las últimas semanas causados por patinetes, que pueden llegar a circular a velocidades mayores de 50 km/h. Por favor, es urgente que se devuelva al peatón la tranquilidad para que se vuelva a circular sin problemas y sin miedo.

José Antonio Serrano. Zaragoza

El gran apagón

"El alzhéimer borra la memoria pero no los sentimientos" (Pasqual Maragall). Son trastornos mentales que presentan un debilitamiento global, progresivo e irreversible de las funciones vitales. Las enfermedades mentales son las grandes desconocidas. Cada tres segundos se diagnostica en el mundo un nuevo caso de demencia, una enfermedad neurodegenerativa sin cura. En España la demencia afecta a cerca de un millón de personas, siendo el alzhéimer, con un 75% de los casos, una de las más numerosas: dificultad para concentrarse, comunicarse, problemas de orientación y atención, cambio de ánimo y personalidad. En España, padecida por un tercio de los mayores de 85 años. Pero no es solo una enfermedad de la vejez. Aproximadamente 200.000 estadounidenses menores de 65 años tienen esta enfermedad de inicio precoz. El síntoma temprano más común del alzhéimer es la dificultad para recordar información recién aprendida y el perder recuerdos que se han guardado a lo largo de la vida. Es muy importante el papel desempeñado por los cuidadores de estas personas: prestémosles la ayuda necesaria en esa labor tan humanitaria. "Si no cuidamos de los cuidadores, no tendremos un enfermo, sino dos" (Pedro Simón, escritor). Por muy larga que sea la tormenta, el Sol siempre vuelve a brillar en las nubes. Los ciudadanos deben exigir un mejor y mayor estudio en el campo de las enfermedades mentales, con diagnósticos precoces y curaciones definitivas. «Recibir una sonrisa (del enfermo o de la enferma) no tiene precio. Aunque no sepa quién eres sabe que la quieres» (Alicia Santos, neuropsicóloga).

Francisco Javier Fernández-Giro Domec. Zaragoza

Demoras en los centros de salud

Me sorprende que estos días se repartan panfletos en la puerta de los centros en contra de la Atención Primaria excluyendo de la protesta a hospitales y especialistas. Durante la pandemia el Gobierno de Aragón no cubrió las bajas por jubilación y enfermedad. En Torrero-La Paz hemos estado varios meses con cinco facultativos menos. Recientemente se han suspendido contrataciones “’extra’ de enfermeras y rastreadores, cuando la pandemia no ha terminado. ¿Puede extrañar a alguien que haya demoras? Los ciudadanos protestan, pero ¿pueden hacer algo? Sí, aplicar el sentido común y no acudir al médico por causas que se solucionan tomando un paracetamol, porque el comportamiento de los usuarios es un importante punto de mejora de las demoras.

José Galbe Sánchez-Ventura. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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