Isabel II, en una audiencia virtual desde Windsor con la embajadora de Letonia, Ivita Burmistre.
'Mayores'
Yui Mok/Reuters

Se suele decir que el mundo es de los jóvenes, pero el día a día lo desmiente y demuestra lo contrario. 

Los mayores están que se salen. Ahí tienen a Adolfo Bello, que fue un grande del ciclismo y llegó a correr con Raymond Poulidor, en no sé qué equipo francés, en 1962. Contaba hace poco Miguel Mena que el otro día salió a correr en bici con él por la carretera de Valencia, y que Adolfo encabezaba el grupo y marcaba el ritmo (vigoroso, nada de paseo), con ¡88 años! Yo, cuando veo estas cosas, es que me deprimo, y me entran ganas de llamar a mi padre y preguntarle (de malas, nada de en buen tono) por qué no me enseñó a ir en bici de pequeño. Luego está lo de Isabel II, que sigue al pie de cañón con 95 tacos y que acaba de rechazar el premio ‘Anciana del año’ porque no se siente mayor. Al año que viene celebrará su ‘Jubileo de Platino’, o sea, 70 años en el trono. Cyril Connolly decía que las palabras más detestables de cualquier idioma son ‘segunda edición’, pero Carlos de Inglaterra disiente y lo que le descompone por encima de todo es oír ‘Jubileo de Platino’. Y estos días ese gran abogado que es Fernando-Víctor Zamora Chueca, con sus 94 añitos, acaba de publicar ‘La dama’ y me llama para que presentemos el libro, con la misma ilusión que si se tratara de un jovenzano ambicioso. Yo con esto también vuelvo a deprimirme, pues en la segunda parte del libro se habla de física y de sexo, con ‘ménage à trois’ incluido. Vamos, lo habitual en juristas nonagenarios. Yo, después de todo esto, ya sólo aspiro a hacerme mayor, a ver si me descubro algún talento.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión