Por
  • Javier Sebastián

Fiesta

'Fiesta'
'Fiesta'
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Hoy, fiesta grandísima. 

No sé si lo mejor que se puede proponer uno en una noche como esta es ser feliz, salvo que sepa que la manera más fácil de conseguirlo es hacer feliz a otros. ¿Cómo? Pues, en estas fechas, preparando unas buenas migas (con manzana vi hacerlas a Grande Covián en Jaulín), cantando sonoras y bien templadas jotas, vistiendo un espléndido traje de baturro. También tratando un íctus mientras otros se divierten, que es lo que hicieron en el Miguel Servet con mi madre hoy hace tres años. O escribiendo un libro. En Metz un lector se me acercó con lágrimas en los ojos para decirme lo feliz que le había hecho. Pensé que me tomaba el pelo. Sin embargo, puesto que pude elegir, elegí creerle. Una fiesta, desde luego.

Vuelvo de vez en cuando a la ‘Retórica’ de Aristóteles, donde se habla, precisamente, de lo que se necesita para ser feliz. Es esto: riqueza suficiente, cordura, los muchos y fieles amigos, la salud, la magnanimidad, tener un cuerpo útil para los ejercicios fatigosos, la buena fama, la bondad y abundancia de hijos, la belleza y el porte durante la juventud, una vejez lenta y sin dolor al final de la vida, la facilidad para hablar y aprender... Lo que Aristóteles sugiere es bastante sencillo, nada que la mayoría de las veces no tengamos al alcance de la mano. Y algo sabría. Porque tonto, lo que se dice tonto, no era ese Aristóteles. La felicidad, esa es la fiesta verdadera. La de uno, la de los otros. Felices fiestas.

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