Unos Presupuestos mejorables
El Consejo de Ministros ha aprobado los Presupuestos del Estado de 2022 con el mayor gasto público de la historia. El proyecto, cuyos datos concretos para Aragón y el resto de las autonomías aún están por conocer, llegará al Congreso de los Diputados para buscar los apoyos necesarios. Pedro Sánchez busca repetir la mayoría del año pasado para sacarlo adelante. De hecho, la Moncloa ya señala a Esquerra Republicana y al PNV como los aliados prioritarios de la negociación. Es de temer que el presidente del Gobierno, que ya se ha plegado a las exigencias populistas de sus socios de Podemos en temas como la vivienda, también ceda de nuevo a las presiones de los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos.
Tras varias semanas de intensas negociaciones internas, el Ejecutivo ha conseguido alumbrar los segundos Presupuestos de la legislatura. Son unas cuentas expansivas y con una inversión récord, que nacen con varios lastres. El primero es que solo han sido aprobadas tras ceder el PSOE a una exigencia de Podemos, la nueva Ley Estatal de Vivienda, mal concebida y sin pactarla con el resto de los partidos y con las autonomías. Segundo, el proyecto da por segura la llegada de 27.633 millones adicionales de los fondos europeos, a pesar de que este dinero está condicionado. Tercero, recoge un techo de gasto récord, aunque España sigue arrastrando unas cifras históricamente altas de deuda pública y déficit. Cuarto, vuelve a desincentivar el ahorro privado al reducir la aportación máxima anual a los planes de pensiones a solo 1.500 euros. Y quinto, necesita apoyos parlamentarios y los aliados de Pedro Sánchez ya le han puesto condiciones.
En estos y otros aspectos es muy deseable que la negociación con otros partidos mejore el proyecto presupuestario. España necesita unas cuentas adecuadas para aprovechar al máximo los fondos previstos por la UE.
