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Cartas al director de HERALDO: 'Y si no hay vacuna eficaz?'

'Manual de antiayuda'
'¿Y si no hay vacuna eficaz?'
Pixabay

¿Y si no hay vacuna eficaz?

Esta vez no hablaremos de la vacuna del coronavirus. 

No hay vacuna que salve a una población enferma. Un estudio de Faros Sant Joan de Déu demostró que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca baja autoestima y la búsqueda del perfeccionismo que puede manifestarse con trastornos de ansiedad. Nos pintaban los años venideros como la gran revolución tecnológica a la que no nos hemos sabido adaptar sin perder lo esencial. Te venden una sonrisa, una piel de porcelana, un cuerpo irreal, unas ambiciones preconcebidas que jamás te serán adaptables porque no forman parte de tu esencia. No dejan lugar a tu imaginación, al poder de un olor que te gusta, a ese guiño de ojos, a las risas en bucle… porque, no nos engañemos, las emociones vía ‘online’ no saben igual. Perdemos costumbres y, a cambio, compramos cánones de belleza y estereotipos, nos crean necesidades innecesarias. Una realidad distorsionada, en la que lo más distorsionado es la imagen, las relaciones, las emociones, y todo lo que con tan solo tus manos puedes alcanzar. Ni la mascarilla de realidad nos salva. Vivimos en una sociedad enferma basada en la búsqueda constante de la perfección de los de arriba, de los que orientan todo a su propio beneficio, porque, claro, la salud mental y física del resto pasa a un segundo plano en el cual, obviamente no hay rendimientos económicos. Ojalá la vacuna estuviera cerca, o por lo menos fuera tangible o imaginaria. Para todas las víctimas de este sistema de consumo desquebrajado, para esta cultura de cánones no hay cura, y quizás el único consuelo sean unas buenas gafas de empatizar, en las que podamos ver a personas tan corrientes como yo, o como tú que estás leyendo esto, y una vez nos atrevamos a ponérnoslas, nadie más nos nublará la vista.

Laura Ibáñez de Álava. Calamocha (Teruel)

Fiestas romanas

Cualquier excusa es buena para organizar unas fiestas. Motivos sobran y si no, se inventan. El grupo de Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza ha planteado trasladar las fiestas del Pilar de este año a abril de 2022 y consolidar este mes unas fiestas menores paganas dedicadas al pasado romano de la ciudad. Serían en ese caso unas ‘fiestas romanas’. Creo que las fiestas del Pilar solo pueden celebrarse en el mes de octubre pues el día 12 de este mes está demasiado consolidado. Lo que sí me parece más viable es celebrar unas fiestas romanas, de carácter cultural, aunque dudo que este Ayuntamiento esté por la labor. Dedicar esas fiestas a la diosa del amor, de la belleza y la fertilidad, Venus, todavía es asunto más problemático. La relación Virgen del Pilar y diosa Venus no la veo posible, igual que hacer coincidir fiesta religiosa con fiesta pagana. Opino que sería más lógico trasladar las fiestas del Pilar al 2 de enero, por cuanto la leyenda dice que en esa fecha del año 40 se apareció en carne mortal a Santiago apóstol en lo que era Cesaraugusta. La Virgen del Pilar es patrona de la ciudad y me parece imposible que un día se proclame a Venus segunda patrona. Las fiestas romanas del mes de abril estaban consagradas al cultivo, a la fecundidad o a la prosperidad. Nada que ver con las fiestas de carácter cultural que ha propuesto Podemos. Eran unas cuantas fiestas, entre ellas los Juegos Megalenses, del 4 al 10 de abril, celebrados en honor a la diosa Cibeles. Fiestas raras abundan en nuestro país y dedicar una fiesta a la diosa Venus no sería algo demencial. Fiestas más raras me parecen La Tomatina (Buñol, Valencia) ; Nochevieja en agosto en la localidad de Bérchules (Granada); La Batalla del Vino en Haro (La Rioja); el desfile de ataúdes abiertos ocupados por personas vivas en As Neves (Pontevedra); La batalla con harina en Ibi (Alicante). Si se trata de homenajear a Venus, los romanos celebraban La Vinalia urbana el 23 de abril, fiesta vinícola compartida por Venus como patrona del vino profano. Podemos tiene mucho para elegir una fiesta romana adaptada a estos tiempos y a la ciudad de Zaragoza, pero no creo que al gobierno municipal le guste la idea.

Antonio Nadal Pería. Zaragoza

El fracaso de Occidente

La de Afganistán era pues una guerra: "Hay que hablar con ellos (los talibanes) porque han ganado la guerra" –Borrell dixit–. Durante 20 años hemos creído que aquello era una cuestión de orden público, algo así como una reiteración de botellones en los que unos cuantos brutos, invocando su fe, sacudían estopa con saña dispersa sembrando de muertos nuestro estupor. Ha vencido por tanto una fe (las coordenadas de lo viable las definimos nosotros) a otra (es posible un consenso universal sobre los derechos humanos). "Ustedes tienen los relojes, nosotros tenemos el tiempo". No hay prisa. Hay otras ayudas: "Al amparo de sus leyes, los vientres de nuestras mujeres colonizarán el mundo con sus frutos llenándolo de ‘buenos musulmanes’". Tras el monumental y exitoso ensayo vírico, China, recién llegada tras la larga marcha a las mieles del imperialismo, explotará con mano izquierda el subsuelo afgano y Rusia vigilará sin más sus fronteras al socaire de la euforia por el fracaso de Occidente. La especie no da más de sí. Apocalipsis de la inteligencia. Ya no hay nada que experimentar. No hay margen de crédito. La extinción va a venir de la mano del aburrimiento.

Javier Turrión. Zaragoza

Adiós a otro quiosco entrañable

Ya en 2020, cerraron dos quioscos señeros de nuestra ciudad: el de la plaza de San Francisco y el ubicado al inicio de la avenida de Cesáreo Alierta. Si a principios de este siglo XXI los quioscos tenían mucha vida (incluso los domingos había colas para los coleccionables de los distintos diarios nacionales y regionales), se ha ido perdiendo, con la llegada de la prensa digital, de periódicos nuevos y de las grandes cabeceras. La juventud no compra prensa, y hay gente mayor que va perdiendo el hábito de comprar la prensa en papel, y eso que, covendrán conmigo, es muy distinto ver las imágenes en papel, que consultarlas en internet, y saborear la textura de las páginas, incluso el olor de la tinta. Como muestra otro botón. A la vuelta de vacaciones vimos la persiana cerrada, sin cartel avisando de su reapertura, y nos han confirmado la noticia: el pequeño quiosco situado en la calle de Madre Vedruna 2 ha finalizado su singladura. Es de justicia homenajear a las capitanas del barco, Araceli y Elena, madre e hija, que siempre estuvieron a la altura de su profesión: con una sonrisa y una cara amable en todo momento, desviviéndose ante cualquier petición de sus clientes, fuera una suscripción a una revista, fuera un coleccionable de cualquier género, o la simple compra de la prensa diaria o dominical; y por supuesto, atendiendo las conversaciones de sus vecinos, sus problemas y sus cuitas, sin reparo alguno. Sin ellas, pese al pequeño espacio del quiosco, se ha generado un gran vacío, difícil de llenar.

Diego León Guallart Ardanuy. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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