Mientras inquieta el aumento de contagios de la covid en Zaragoza y otras poblaciones importantes, Aragón se dispone a iniciar una nueva fase en el proceso de vacunación, con la perspectiva de acelerar notablemente su ritmo a lo largo del mes de abril. Pero todo dependerá de que, como prevé la Unión Europea, se incremente y se mantenga el suministro de dosis. Llegar a la inmunidad de grupo antes del verano no parece ya realista, pero sí se puede conseguir un grado de protección que aplaque la peligrosidad de la pandemia

Aragón comienza hoy a vacunar a las personas de 65 años, al mismo tiempo que continúa la de los mayores de 80; y, en próximos días, se añadirán al proceso las de 79 y las que, con cualquier edad, tienen condiciones de salud que implican un riesgo especial. Comienza así una nueva fase del proceso que cuenta esta semana con un mayor número de dosis. El sistema sanitario aragonés ha hecho las previsiones de organización y tiene disponibles espacios para una vacunación masiva que aceleraría notablemente el ritmo de la campaña. Pero para ello hará falta que el suministro se incremente a lo largo de este mes y se mantenga después, algo que dependerá de la capacidad de producción y de los contratos firmados por Bruselas y las empresas farmacéuticas. Es también fundamental que desde la propia UE se transmita confianza en todas las vacunas que se están utilizando en Europa, puesto que todas han sido aprobadas por la agencia competente. Las autoridades sanitarias aragonesas, además de perfilar los planes y la coordinación logística, tienen que incidir en una información clara y precisa a los ciudadanos, de manera que cada persona sepa cuándo y cómo le corresponde solicitar cita para recibir la vacuna. Si no se producen nuevos retrasos, aunque no se logre la inmunidad de grupo antes del verano, es posible, haciendo las cosas bien, dar un salto cualitativo que contenga pronto los peores efectos del coronavirus.