Las vacunas permitirán doblegar la pandemia, pero este objetivo no se va a alcanzar de forma inmediata. Es un hecho incuestionable que se refleja en todas las áreas sociales. En la economía, además, la cuarta ola de contagios va a retrasar hasta la segunda mitad del año la recuperación. Un informe elaborado por CEOE Aragón reconoce que «crece la incertidumbre y la indefinición de la evolución económica a corto plazo». Mientras se logra la ansiada inmunidad de grupo, gracias a las vacunas, y se controlan los contagios, los gobernantes deben aplicarse en proteger a las empresas y los puestos de trabajo, en planificar los gastos y las inversiones y en poner en marcha reformas modernizadoras.

El informe de la patronal aragonesa incide en que la evolución de la economía a corto plazo depende de factores exógenos (la pandemia y la vacunación) y endógenos (políticas públicas). En cuanto a la covid-19, lamenta la extensión de los contagios a más velocidad, la indeterminación de la gravedad de las nuevas cepas y el lento ritmo de vacunación. Tras reseñar que las medidas que impiden la actividad de las empresas han aumentado por la intensificación de la pandemia en enero, la patronal apunta que «se traslada a la segunda mitad del año 2021 la esperanza de una recuperación vigorosa». Se trata de un certero diagnóstico que debe dar a pie a una reacción coordinada para poner en marcha políticas que favorezcan la reactivación económica con el apoyo de los millonarios fondos europeos.

La Comunidad evoluciona mejor que la media española en datos de PIB, pero peor en materia de empleo. Por ello, y considerando que la reactivación va a costar más tiempo del inicialmente previsto, las autoridades y los agentes sociales tienen que seguir trabajando para, con toda la prudencia sanitaria, estimular el tejido productivo e incrementar las inversiones.