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  • Heraldo de Aragón

Todavía no hay un vencedor

Martinez (United States), 03/11/2020.- An election worker fills a tray of ballots that went through a high speed photograph sorting machine at the Contra Costa County-Recorder-Elections Department facility in Martinez, California, USA, 03 November 2020. Americans vote on Election Day to choose between re-electing Donald J. Trump or electing Joe Biden as the 46th President of the United States to serve from 2021 through 2024. (Elecciones, Estados Unidos) EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO Election Day voting 2020
Preparativos para el recuento de votos recibidos por correo en California.
John G. Mabanglo / Efe

A pesar de que Donald Trump, con su habitual falta de respeto a los procedimientos que requiere el buen funcionamiento democrático, se haya precipitado a proclamar su victoria, lo cierto es que en estos momentos todavía no se sabe quién es el vencedor de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Ambos candidatos siguen teniendo opciones en función de cómo evolucione el recuento en unos pocos estados, que, a causa del alto número de votos por correo, puede demorarse todavía horas o quizás varios días.

Es cierto que Trump se ha apuntado un tanto importante al ganar en Florida, un estado que desde los años veinte anticipa el resultado nacional de las elecciones, pero para el desenlace del duelo actual van a ser decisivos otros territorios, como Míchigan, Pensilvania o Wisconsin, donde el recuento del voto por correo puede tardar varios días. De manera que la reivindicación de la victoria que ha realizado Trump no tiene en este momento base real y resulta absolutamente temeraria y potencialmente desestabilizadora. En medio de la polarización que divide a la sociedad, debería haberse impuesto la prudencia. Pero el presidente ya había anunciado que estaba decidido a proclamarse vencedor, e incluso ha dado a entender que podría no aceptar una derrota. Biden, en cambio, ha llamado a la calma y ha pedido que los ciudadanos esperen a que se complete el escrutinio antes de dar por seguro ningún resultado. 

Así las cosas, es posible que la presidencia acabe decidiéndose en los tribunales, en función de las demandas cruzadas de los dos partidos en liza. Pero entre tanto, la solidez de la democracia americana puede ser puesta a prueba, y las actitudes pasadas y presentes de Trump no alientan la necesaria tranquilidad en la respuesta ciudadana. El sentido común, la verdad y el respeto a los procedimientos legales deben imponerse, porque, en Estados Unidos y en todas partes, son garantía del proceso democrático.

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