Debate en un momento crucial

El primer debate del estado de la Comunidad de la X Legislatura, que hoy comienza en las Cortes, debe ser una cita de gran altura política porque Aragón vive con zozobra uno de los momentos más complicados de las últimas décadas por la presión sanitaria y también por la crisis económica a las que no se ve una salida cercana. Con los desasosegantes datos sobre la mesa y con el sistema sanitario casi saturado, Javier Lambán debe ofrecer un análisis riguroso de la situación, un balance autocrítico y un abanico de medidas para que la región afronte en las mejores condiciones posibles la difícil etapa en la que hemos entrado a causa del virus.

La tragedia humana, la asfixia sanitaria, el parón económico y la desmoralización social que afectan a los aragoneses son muy preocupantes. La imparable expansión del coronavirus es un agobiante desafío que tiñe de oscura gravedad el horizonte. Amenaza vidas, atenta contra el bienestar e introduce muchas incertidumbres sobre el futuro. En este contexto, los líderes de la Comunidad deben actuar con urgencia y vigor. Parten con la ventaja de que en Aragón hay asentada una cultura del pacto muy fructífera, pero ahora es necesario que demuestren que están preparados para dar respuestas extraordinarias a desafíos extraordinarios.

El debate parlamentario sobre política general es la cita más relevante del calendario del palacio de la Aljafería. No cabe, pues, que resulte tedioso y reiterativo. Menos aún este año. Por ello, el presidente Lambán debe aprovechar la ocasión para poner todas las cartas sobre la mesa, examinar errores, anunciar decisiones políticas, reforzar los pactos y generar confianza entre los ciudadanos. Los cuatro partidos que forman parte del gobierno y los de la oposición deben cooperar como nunca para mejorar la gestión de la pandemia, cada uno desde su posición. Es hora de dar la talla.