Es posible que el Gobierno PSOE-Podemos consiga reunir los apoyos suficientes en el Congreso para ratificar el decreto del estado de alarma sin necesidad de los votos del PP. Pero socialistas y populares enviarían un mensaje muy positivo a los españoles, en momentos en que se agravan las penurias de nuestro país, si fueran capaces de ponerse de acuerdo en esto. Al menos en esto. El Gobierno quiere que la duración del estado de alarma sea ya de entrada hasta el 9 de mayo, es decir, unos seis meses y medio. El PP afirma que ese plazo es excesivo y que bastarían ocho semanas para conseguir frenar la oleada de contagios de covid. También desde el ámbito económico se ha señalado que seis meses parecen demasiado tiempo. Además el Ejecutivo quiere rebajar el nivel del control parlamentario, dejando la tarea de rendir cuentas políticas periódicamente al ministro de Sanidad en la comisión correspondiente. El PP, claro, exige que acuda el propio presidente al pleno de la Cámara.

Los ciudadanos no sabemos muy bien de dónde salen un plazo o el otro, ni cuál sea el fundamento técnico de cada uno. Pero parece que ambas posiciones dejan margen para negociar y llegar a un acuerdo, si es que hay voluntad de hacerlo en las dos partes.

Cuando todo indica que nos enfrentamos otra vez a un periodo negro, muy difícil, con más enfermos, más muertos y más ruina, lo menos que puede esperar la ciudadanía es que los dos partidos principales aparten sus tirrias y asuman una senda constructiva. Sería al menos un alivio.