Por
  • M.ª Pilar Benítez Marco

La Morisma

Aínsa celebra la Morisma
Celebración de la Morisma en Aínsa.
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Cincuenta años son un tiempo relativo, como cualquier otro. Parecen una breve etapa, cuando se tejen en una tradición secular. Pasan rápidamente, cuando se caminan con intensidad. Semejan muchos, cuando se mira la senda recorrida y los pasos andados siguen vivos. Es posible que, entre las gentes de Aínsa, surjan estas paradojas sobre el tiempo, ahora que celebran el medio siglo trascurrido desde que en 1970 volvieran a poner en escena La Morisma, cuya representación se había interrumpido, al parecer, desde 1921.

De hecho, la recuperación de la obra teatral dio nueva vida al viejo mito del Reino de Sobrarbe, que comenzó a fraguarse en el siglo XV, que se materializó con la construcción de la Cruz Cubierta en el XVII y que se representó, al menos, desde el XVIII. Es cierto que la covid-19 ha impedido que en este 50 aniversario se escuchen los versos en castellano y aragonés de La Morisma en la Plaza Mayor. Sin embargo, la intensidad de la celebración ha sido la misma. Por iniciativa de la Asociación Cultural La Morisma, se ha presentado el documental ‘La Morisma: historia de la recuperación de una identidad’ de Ignacio Pardinilla y la edición facsimilar del ‘Drama de la Morisma de Ainsa, 1923’ de José Sierra, única versión original actualmente accesible y conservada manuscrita. Ocurre que, como decía, cuando las gentes de Aínsa miran la senda recorrida, los pasos caminados siguen vivos, porque, generación tras generación, han formado parte de su patrimonio cultural e identitario.

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