Ostentosamente zaragozano. Así era el marqués de Vallesantoro, el renovador de la ciencia económica en España, que publicó el primer tratado moderno de la disciplina en 1829 en línea con los clásicos. Nació en Zaragoza el 12 de octubre del año 1786, fue bautizado en El Pilar y se le puso por nombre Francisco María del Pilar. A pesar de tantas pistas solo hace unos pocos años que nos hemos enterado de su novelesca vida, que siguió estando vinculada a nuestra ciudad. En 1808 fue un destacado defensor en los Sitios, como teniente de ingenieros, aunque cuando iba conducido al cautiverio en Francia decidió cambiar de bando y llegó a ser capitán de la guardia de José I. Al acabar la guerra se refugió unos años en Barbastro, donde su familia tenía propiedades y, lógicamente, hubo de cambiar de profesión y se hizo economista. Publicó su primer libro, sobre Hacienda pública, en 1820 en Zaragoza y fue nombrado socio de mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Reconciliado en los años veinte con Fernando VII, como otros antiguos afrancesados, le dedicó su libro más importante y fue nombrado para diversos cargos oficiales. En el verano de 1833 su nombre sonaba como posible ministro, pero murió repentinamente a comienzos de septiembre, solo unos días antes que el propio rey.

Pues a pesar de todo ello, no tiene una calle dedicada en Zaragoza, donde la tienen algunos menos importantes y menos zaragozanos.