De pandemias y otras catástrofes incesantes

Cayetana Álvarez de Toledo erró el tiro.
Cayetana Álvarez de Toledo erró el tiro.
Chema Moya / Efe

La historia es catastrófica. La humanidad ha superado fracasos dolorosos -guerras aparte-, pero momentáneos, de todo tipo. De modo incesante, desde el mítico Diluvio. Últimamente, vivimos el terror británico de las vacas locas ; en 2002, visitó treinta y tantos países el SARS CoV 1 (primo, también chino, del actual SARS CoV 2, así llamados por causar ‘síndrome respiratorio agudo grave’), aunque menos fiero; al poco, las pestes aviar y porcina (lustro 2005-2009), cuyo relevo tomaron el MERS (otro coronavirus, ‘Middle East Respiratory Syndrome’, oriundo de Arabia Saudí), también sin vacuna disponible; y el causante del ébola, que desató el pánico -como antes el VIH, con su terrorífico sida- y el episodio español de un llamativo luto por la eutanasia de un perro, vector potencial del morbo.

Eso, claro, entrelazado con ‘apocalipsis’ no sanitarios: las congojas de 1999 por las profecías de Nostradamus; la tribulación tecnológica por el ‘efecto 2000’ -millones de ordenadores iban a causar el caos global al retroceder del 99 al 00, por no disponer de cuatro dígitos para pasar del 1999 al 2000-; las ‘profecías’ mayas del fin del mundo al concluir el año 2011...

Nada nuevo, pues. El telégrafo útil aún no tiene dos siglos. Antes de él, era muy difícil saber qué ocurría lejos de casa. Ahora, la información es admirablemente ubicua y veloz (otra cosa es que sea veraz) y por eso es fácil asustarse.

Pero, vez tras vez, cada fin del mundo se desvanece: los armagedones de 1914, 1939, el nuclear esbozado en 1945, Chernobyl... Cada ‘fin del mundo’ se cobra su precio, pero siempre es superado. Siempre.

Memoria de pez

Los ‘profetas’ fallan. El único modo seguro de acertar es vaticinar ‘a posteriori’ (incluso en la Biblia se ve). Falló Paco Rabanne (Francisco Rabanera) en sus anuncios parisinos del Gran Fin del Mundo; y otro tanto le sucedió al hoy desteñido profeta Zapatero, profeta en Nueva York de que España, bajo su égida iluminada, superaba ya el PIB de la Italia de Berlusconi e iba a dejar atrás «a la Francia de mi amigo Sarkozy». Portentoso y ya olvidado. No tenemos memoria y la ‘histórica’ la sirven muy averiada.

Ya hemos olvidado el pánico ante el islamismo feroz, servido por desalmados que volaban rascacielos y trenes y ejecutaban matanzas, degollinas (también de musulmanes), decapitaciones y quemaban vivas y crucificaban a personas.

Ya se olvidan los desvaríos vividos en esa pobre Cataluña dirigida por un friki que creó y anuló una republiqueta en diez segundos, propalando el suceso en varias lenguas, y cuyo sucesor y vicario imita en lo posible sus torpes pasos.

Se salió del crack del 29 y de la crisis financiera de 2008. No indemnes, pero tampoco aniquilados: en los dos casos fallaron las fórmulas liberales ortodoxas y resultaron mejor las políticas expansivas (New Deal; fin de las restricciones en la UE). Gran noticia UE de esta semana: 750 mil millones solidarios, de los que casi el 19 % vendrá a España. Y ojalá acierte Escrivá con su Ingreso Mínimo Vital.

El virus en curso no es broma -los muertos reales por la covid 19 pasarán de 40.000-, como no lo fue la gripe pandémica de 1918, letal, pero hoy ‘residente’ fija, dañina... y controlada. Ocurrirá de nuevo que España se habrá repuesto, con sus vecinos y socios, en un plazo de tres a cinco años, sin necesidad de ser ‘reconstruida’ por los salvadores sobrevenidos de la patria.

Sobre marquesados

Cayetana erró el tiro, la táctica y la estrategia. Convirtió la peligrosa Operación Marlaska-De los Cobos en el inocuo Caso de la Marquesa al morder el rico cebo puesto por Iglesias Sun-Tzu, menos sabidor y leído, pero tres veces más pillo. Metida en semejante brega, más astuto hubiera sido señalar a Iglesias Peláez no como terrorista, sino como miembro de una organización que lo era, cosa menos dudosa.

Sobre el Diario de Sesiones

Fiel a sus prácticas, el Diario de Sesiones del Congreso embellece a posteriori la retórica de Sus Señorías, desbordando su deber editor. Lo que el día de autos fue «catorceava posición» en boca del Dr. Sánchez, quedará para la posteridad como «posición catorce». (Qué bien habla este hombre después de haber hablado tan mal).

Sobre la Bandera

Los desmanes gestuales del separatismo catalán y los actos delictivos de sus dirigentes generaron una feliz resurrección de la bandera nacional como patrimonio común, incluidas las izquierdas. Ahora, quienes censuran al Gobierno desde la oposición extremosa vuelven a usarla como emblema de facción y quienes la aborrecen se frotan las manos por ello. Se ha empezado a perder así un terreno laboriosamente ganado al extremismo. La izquierda constitucional haría bien en mostrar que tiene como cosa muy propia la enseña nacional.

Corre el bulo de que el Gobierno ha decretado luto para eludir los actos del Día de las Fuerzas Armadas, cuyo desfile principal iba a ser en Huesca. No. Todo fue anulado mucho antes de que hubiera luto nacional y por causas sanitarias.

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