Por
  • Pedro C. Marijuán

Estado de incompetencia

Una de las habituales ruedas de prensa para dar cuenta de los datos de la pandemia.
Una de las habituales ruedas de prensa para dar cuenta de los datos de la pandemia.
EP

Tras los últimos acontecimientos, lo único claro es el intento de controlar a la opinión pública y cubrir la incompetencia del Gobierno. Están lanzados a la ‘batalla por el relato’ con la propaganda oficial, aunque una parte significativa de la prensa y las redes sociales se les resisten. Ha habido presiones e intentos de amordazarlas, como también a la Judicatura, pero todavía estamos en un país democrático. 

Aparte de la confusión en las medidas de desescalada, están utilizando dos argumentos propagandísticos. Uno, los recortes en sanidad, y el otro ‘lo público’. Esos recortes se hicieron por pura maldad de la derecha, para dejarnos a la intemperie, como una reciente propaganda en redes sociales culpabilizaba. No quieren acordarse de que las ocurrencias del Sr. Zapatero nos llevaron a un déficit de más del 12% del PIB y un desempleo del 26%. Es con ese déficit y con ese desempleo con lo que el Sr. Rajoy tuvo que lidiar a partir de 2012. O íbamos a la austeridad y a los famosos ‘recortes’ o se producía la intervención europea, como en Grecia y Portugal. 

Por cierto, los gobiernos de esos dos países lo han hecho bien en esta crisis. Ambos cuentan con presupuestos sanitarios menores que el nuestro, y con una menor participación de ‘lo público’ en su sistema de salud. Y uno tiene un gobierno de izquierdas, y el otro de derechas. ¿A qué viene entonces tanta demagogia con ‘lo público’? Frente a la pandemia, lo único que cuenta es la buena gestión de los medios de que se disponga. Y está claro que la respectiva oposición puede apoyar la ejemplar gestión de esos dos gobiernos. Pero no así en el Reino Unido y Estados Unidos, donde se denuncian la incoherencia y el caos.

Por desgracia, nuestro país ocupa la última plaza o la penúltima en los indicadores esenciales de la pandemia. Y no se atisba salida al continuo despliegue de incompetencia, de desbarajustes y de propaganda hueca por parte del Gobierno. Cuando todos los países europeos están publicando sus planes de desescalada, con apreciable coherencia y cuidado con la economía productiva, el nuestro no da más que bandazos y múltiples rectificaciones. Desde este Gobierno, un sector por miedo y otro por puro oportunismo, parecen reacios a liberarnos del confinamiento. E incluso están tanteando la respuesta social al amordazamiento progresivo de las críticas y a la extensión general de ‘lo público’ que pretenden.

Paradójicamente, la llave al ‘impasse’ la tendría la oposición. Lo mismo que han logrado pinchar el bulo de los supuestos nuevos ‘Pactos de la Moncloa’ y reconducirlos al ámbito parlamentario, ahora, mediante su negativa fulminante a más prolongaciones del estado de alarma y a planes llenos de confusión, podrían forzar la negociación de unas políticas coherentes de desescalada y de respuesta global ante la crisis. 

Sin implementar planes centrales de control epidemiológico, sin protección prioritaria y urgente de los sanitarios (¡los más contagiados del mundo!), sin acabar con las confiscaciones de materiales de protección y las intervenciones de laboratorios privados, para que ciudadanos y empresas puedan protegerse individualmente, y finalmente, sin la realización masiva de test y el uso de las tecnologías de la información para que la población sana reanude las actividades económicas cuanto antes, no podremos superar la crisis y afrontar el terrible desplome económico. Es que es así como se ha hecho en los países más exitosos ante la pandemia.

Hay salida si el Partido Popular y otras fuerzas parlamentarias se plantan y fuerzan esa negociación, incluida la recuperación económica. No deben seguir como convidados de piedra, o la irritación ciudadana también los barrerá.

Pedro C. Marijuán es doctor en Neurociencia Cognitiva

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