Felipe VI ha dirigido a los españoles un mensaje en el que ha apelado a la unidad y a la solidaridad para superar la situación: "Debemos dejar de lado nuestras diferencias y unirnos". Con sentido de Estado y por segunda vez durante su reinado, el

Monarca ha considerado necesario dirigirse a los ciudadanos con el propósito de dar aliento a una nación que permanece aislada en sus casas. Consciente de las dificultades extraordinarias a las que hace frente el país, ha insuflado ánimos ante el futuro incierto

Las próximas semanas van ser muy difíciles por el contagio del coronavirus, como lo demuestra la evolución de la enfermedad en los países que, como China o Italia, han pasado antes que España por la experiencia de su propagación masiva, con sus trágicas secuelas. Ante este horizonte de zozobra, el jefe del Estado, después de presidir en el palacio de la Zarzuela una reunión del Comité de Gestión de la pandemia, se ha dirigido al país para pedir unidad y solidaridad. La última vez que dirigió un mensaje a la nación, al margen de sus tradicionales discursos navideños, fue el 3 de octubre de 2017, tras el referéndum ilegal en Cataluña y en vísperas de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Ahora ha vuelto a hablar al sentir que el país vive unas horas de especial adversidad. Felipe VI, unos días después de que anunciase que renuncia a la herencia de su padre y que le retira la asignación presupuestaria con el fin de proyectar una imagen de ejemplaridad en la Corona, abordó con todo sentido el mayor desafío que afronta España en mucho tiempo e insufló confianza a la nación: "Este virus no nos vencerá, nos hará más fuertes como sociedad", enfatizó. Su llamamiento, cargado de la gravedad de un momento crucial en la historia contemporánea del país, nos convoca a todos a una tarea colectiva: reducir el riesgo para la vida de las personas, sobre todo de las más vulnerables.