El Profesor Perplejo ha oído hablar de seguridad en la escuela. Así, tal cual: cámaras y esas cosas. "Dicen" que se roba mucho, alegan. A Perplejo le gustaría saber quién dice qué, pero es siempre tarea imposible. Por lo visto, es rentable: los fondos de inversión temáticos acumulan una rentabilidad del 29,3% desde el año pasado. Es tendencia y negocio invertir en seguridad. Pero claro, piensa Perplejo, primero hay que generar la necesidad, preguntar al cliente, sonsacar sus deseos... ¿Y si no puedes hablar con él? Entonces es porque trabajas a distancia, quizá desde la política: en tal caso es más eficaz generar inseguridad desde tus plataformas. Y el caso es que funciona, oye... Son pésimos comerciales pero tienen grandes altavoces.

Todo es caro e inseguro al mismo tiempo: tarjetas de crédito, informática, pensiones, medio ambiente, alimentación, transporte, protección en el hogar… Cualquier suceso parece encaminar un rédito al sumidero seguridad. ¿Por qué el coronavirus, cuya tasa de mortalidad es menor que la gripe común, ha tenido tanto eco? A lo mejor un laboratorio está preparando ya la vacuna. Tensas la cuerda y saltan los pájaros. La seguridad es el nuevo sumidero económico: no renta nada tangible, solo aporta el negativo de la felicidad: al menos me siento seguro. Pero es una adicción: cuanto más invertimos en ella, más inseguros nos sentimos. Es el zorro que exige al gallinero más seguridad contra un probable ataque de los zorros.