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  • Heraldo de Aragón

Un fiasco en política exterior

Juan Guaidó durante su rueda de prensa en el Ayuntamiento de Madrid.
Juan Guaidó durante su rueda de prensa en el Ayuntamiento de Madrid.
Fernando Villar / Efe

La negativa de Pedro Sánchez a reunirse con Juan Guaidó y la entrevista de José Luis Ábalos con Delcy Rodríguez no solo suponen dar oxígeno al infausto régimen de Maduro en Venezuela, sino que desbaratan la posición de la política exterior española en un asunto fundamental para la relación con toda Iberoamérica. Por añadidura, ambos hechos darían la razón a quienes piensan que el Gobierno se está dejando llevar por Podemos hacia posiciones populistas.

El caso es que fue Sánchez quien, hace un año, promovió desde el Gobierno español que la Unión Europea reconociese a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Es cierto que durante este tiempo no se ha producido el efecto que se pretendía conseguir, la celebración de unas elecciones democráticas en aquel país que pusieran fin a la dramática descomposición del régimen chavista de la única manera razonable, escuchando la auténtica voz de los venezolanos. Pero ni la UE ni España han variado oficialmente su posición, de manera que no se entiende por qué Sánchez se niega ahora a recibir personalmente a Guaidó; ni menos aún tiene sentido que el vicepresidente Pablo Iglesias se refiera a Guaidó como "un dirigente político muy importante de la oposición". Empeora todavía las cosas, y acrecienta el descrédito para la política exterior española, el esperpento organizado por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, persona muy próxima a Sánchez, reuniéndose en Barajas con Dalcy Rodríguez, vicepresidenta de Maduro que tiene prohibida la entrada en la UE. Las justificaciones dadas por Ábalos, después de intentar ocultar su entrevista, resultan patéticas e inverosímiles. Y todo ello, mientras el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero continúa alentando una mirada benevolente hacia el gobierno de Maduro. Sánchez debería explicar cuanto antes unos movimientos que dejan en mal lugar a la diplomacia española y zarandean el prestigio de España.

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