Por
  • José María Serrano Sanz

La Romareda

VISITA A LAS OBRAS DE REPARACION DE LA ROMAREDA / 07/10/2016 / FOTO : OLIVER DUCH
La Romareda necesita un nuevo comienzo.
Oliver Duch

Esta no es una carta al uso a los Reyes Magos, a pesar de lo oportuno de la fecha, sino a quien pueda interesar. Es para aquellos a quienes el Real Zaragoza les parece más que un club, lo encuentran otro milagro de nuestra bendita ciudad (incluso en tiempos sombríos, o quizá más ahora), que representa a todos, aficionados y menos aficionados. Es para aquellos que creen que Zaragoza es una gran urbe que debe competir en todos los terrenos y que la imagen de la ciudad también la proyectan (hacia fuera y hacia dentro) sus instalaciones más visitadas, entre las que destacan los estadios; un tema, por cierto, en el que nos hemos quedado lamentablemente muy atrás. Es para quienes piensan en el futuro, porque una inversión hoy en un campo de fútbol histórico como el nuestro es una oportunidad abierta para el empleo, los negocios y el bienestar de todos, mañana. Pero claro, no basta con creer en todo eso, hay que tener el poder de realizarlo, así que la carta va dirigida, en particular, a quienes tienen esa capacidad de acción, es decir, a nuestras autoridades.

La firma alguien que lleva en La Romareda (el estadio de la vieja acequia y del romero) desde los tiempos del marcador simultáneo Dardo, que ha disfrutado allí de grandes momentos (y ha sufrido en otros, para qué negarlo), pero seguro que su espíritu representa a muchos más. Ojalá 2020 signifique también un nuevo comienzo para nuestra querida Romareda.

José María Serrano Sanz es académico de Ciencias Morales y Políticas y catedrático de Economía de la Universidad de Zaragoza

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