Por
  • Marisancho Menjón

Del revés

Museo de Lerida. Piezas de procedencia aragonesa. / 24-08-2016 / FOTO: GUILLERMO MESTRE
El Museo Diocesano y Comarcal de Lérida.
Guillermo Mestre

El empresario leridano Tatxo Benet posee una de las mayores fortunas de España. Le afectó mucho, cuenta, la devolución de los bienes de Sijena desde el Museo de Lérida hacia Aragón en diciembre de 2017 -operación que él, enfocando las cosas del revés, califica de "expolio" del museo- y se propuso compensarlo. No se le ocurrió mejor forma de cumplir ese propósito que comprar un retablo aragonés: el de San Bartolomé de Capella. Lo adquirió a un anticuario tras una subasta en la que se pagaron por él en torno a 350.000 €, cifra que no pudo asumir el Gobierno de Aragón ni tampoco la Generalitat, que cuenta con un presupuesto mucho más abultado.

Lo adquirió Benet con sus muchos dineros y lo cedió, en depósito, al museo leridano. "El retablo, de la Franja, ha vuelto a casa", aseguraba Benet. Y no: ni Capella está en la Franja ni Lérida es su casa. Otro enfoque del revés.

¿Por qué el empresario no compró una obra catalana? Les aseguro que ‘arte emigrado’ catalán hay para dar y tomar. Y el Museo de Lérida, por mucho que algunos insistan en ello, no cuenta la historia de ‘la Franja’, sino la de las tierras de Lérida. Salieron las voces habituales a criticar a los aragoneses y a pretender darnos lecciones, con muy malos modos ("que aprendan", "la baturrada está indignada"). Pero de una historia así hay poco que aprender, que no sea la urgencia de dotar de más presupuesto a Patrimonio. En Lérida, donde tampoco andan sobrados, las muestras de pleitesía que se le rindieron a Benet rozaron el servilismo. Y el arte no se compra por revancha.

Marisancho Menjón es historiadora y escritora

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