Por
  • Heraldo de Aragón

Un reto complicado

Javier Lambán, en las Cortes.
Javier Lambán, en las Cortes.
Guillermo Mestre

Es positivo que, a diferencia de lo ocurrido en el ámbito nacional, Aragón vaya a contar en los próximos días con un gobierno que pueda empezar a trabajar. Pero la coalición con la que Lambán ha obtenido la investidura, hasta ahora inédita, suscita dudas sobre su estabilidad y coherencia. Solo la acción de gobierno permitirá despejarlas.

Si en el año 2015 Javier Lambán consiguió la investidura con una coalición de gobierno (PSOE-CHA) que se quedaba corta en apoyos parlamentarios, en esta ocasión, el novedoso ejecutivo cuatripartito que presidirá contará, sumando los votos de sus socios (PSOE, Podemos, PAR y CHA), con mayoría absoluta en las Cortes de Aragón. Esta fórmula tiene el mérito de haber nacido del acercamiento negociado entre posiciones políticas muy distantes. Y, en teoría, si mantiene su cohesión interna, debería permitir el desarrollo de una legislatura más estable que la anterior. Lo que ocurre es que parece difícil que la disciplina y la lealtad se mantengan intactas, entre fuerzas ideológicamente tan dispares, ante los problemas a los que un gobierno tiene que hacer frente. Habrá que esperar a ver el desarrollo cotidiano de la acción de gobierno para calibrar si esa estabilidad es posible. Y con un reto mayor e inmediato: la elaboración y presentación de los Presupuestos de la Comunidad.

Es cierto que el rechazo del PAR a participar en un pacto con Vox y la falta de entendimiento entre Ciudadanos y el PSOE cerraban el paso a soluciones de gobierno más convencionales. Lambán ha tenido la habilidad de tejer una que parecía improbable, apoyándose, desde luego, en la necesidad que tenían todos los socios de superar sus respectivas situaciones políticas, ninguna envidiable. Pero hará falta a partir de ahora mucho esfuerzo para sacar adelante el empeño. Sobre todo, para desarrollar políticas que puedan merecer el apoyo de la mayoría de los aragoneses. Y es lógico que, ante la heterogeneidad de la coalición y ante la presencia en ella de fuerzas muy escoradas hacia la izquierda, los partidos que ya constituyen la oposición muestren sus críticas y sus recelos.

En todo caso, todos deben tener en cuenta que la Comunidad afronta desafíos trascendentes que obligan a abrir el diálogo más allá de las diferencias políticas y del enfrentamiento gobierno-oposición. Desde la financiación autonómica a la realización de las infraestructuras pendientes, pasando por la despoblación o el pacto educativo, hay muchos asuntos que, a lo largo de los próximos cuatro años, requerirán una colaboración franca entre los partidos y sus líderes. Si el espíritu de centralidad y transversalidad expresado estos días por Lambán es sincero, su gobierno habrá de trabajar en esa dirección, la del entendimiento sin sectarismos en beneficio de los aragoneses.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión