El II Congreso sobre el mercado asiático, organizado por la DGA y HERALDO, ha confirmado que hay mucho margen de mejora en las relaciones de Aragón con el «fastuoso mercado chino», como lo denomina el presidente Lambán. Existen numerosas oportunidades económicas, pero aprovecharlas dependerá de unos y de otros.

China se ha convertido en la segunda economía del planeta y ocupa un papel cada vez más importante en un mundo multipolar que se está reorganizando desde la llegada del presidente Trump a la Casa Blanca. Por eso resulta relevante la celebración de la segunda edición del congreso sobre el mercado asiático que ha reunido en Zaragoza a un nutrido grupo de empresarios de ambos países. Y por eso es también importante que el Gobierno de Aragón siga apoyando a las empresas de la Comunidad para explorar y materializar las numerosas posibilidades de establecer acuerdos comerciales. Se trata de una estrategia que Javier Lambán se marcó como una prioridad de su mandato y en la que Aragón, como el resto de España, tiene todavía un largo camino por recorrer si se quieren aprovechar las posibilidades que ofrece el gigante asiático. Está demostrado que los productos españoles tienen una buena acogida en el mercado chino por su calidad, según destacó ayer el embajador Lyu Fan, pero el porcentaje de ventas apenas supone el 0,6%.

Las relaciones con China y otros países asiáticos tienen grandes posibilidades de crecer. Aragón dispone de un amplio margen de negocio en distintos sectores que le permitan ir equilibrando una balanza comercial que es muy deficitaria. Además, el antiguo ‘Imperio del centro’ no es solo la gran fábrica global, es también un mercado inmenso en el que colocar productos, con una creciente clase media que se ha lanzado al consumo. La llegada de turistas chinos a Aragón es también un capítulo a potenciar.