Tarazona da nuevo impulso a la Casa del Traductor y garantiza su supervivencia


En octubre está previsto que celebre  su segundo taller especializado del año y se anuncia una nueva convocatoria de becas antes de que acabe 2014.
Cuenta con 120.000 euros para realizar sus actividades

Un momento del taller de traducción celebrado el pasado mes de julio.
Tarazona da nuevo impulso a la Casa del Traductor y garantiza su supervivencia
Fernando Orte

El Ayuntamiento de Tarazona está dando un nuevo impulso a la Casa del Traductor, que poco a poco vuelve a la vida pese a las dificultades del momento. La institución, que forma parte de la Red Europea de Centros Internacionales de Traducción, es única en su género en España y lleva desde principios de 2011 en situación delicada, con un presupuesto sensiblemente inferior al que tradicionalmente había dispuesto y sin director. Sin embargo, su salud ha empezado a restablecerse este año, de la mano del Ayuntamiento de Tarazona, empeñado en revitalizarla. 


"La Casa del Traductor no peligra –aseguraba ayer Luis María Beamonte, alcalde de Tarazona–. Se seguirá manteniendo viva y estamos, pese a las dificultades del momento, intentando que amplíe sus actividades".

El primer paso en la nueva etapa de la institución se dio a principios de año, cuando el Ayuntamiento la trasladó a una nueva sede, la residencia de El Cinto. El edificio, con una superficie construida de 1.794 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, ofrece nuevas perspectivas.


"La Casa dispone así de más espacio y de instalaciones más acordes a sus necesidades –subraya Ana Gavara, concejal de Cultura de Tarazona–. La biblioteca es más amplia y las estancias para realizar actividades son bastante mejores, tanto en espacio como en condiciones. Está todo pensado para poder hacer más actividades que antes, y más ambiciosas". La organización de talleres

Con la nueva sede no solo se buscaba garantizar la continuidad de la Casa del Traductor, sino que también se quería contribur a la revitalización del barrio de El Cinto, en pleno casco histórico de la ciudad y necesitado de infraestructuras culturales.


El siguiente paso en la nueva etapa de la institución se dio en el pasado mes de julio. A finales de mes se celebró, ya en la nueva sede, un taller de traducción en el que participaron una veintena de  jóvenes. 

El taller, organizado en colaboración con ACE Traductores, la asociación creada en 1983 para defender los intereses y derechos jurídicos, patrimoniales o de cualquier otro tipo de estos profesionales, llevaba un lema muy significativo: ‘¡Vuelve a la Casa del Traductor!’. 


A lo largo de cuatro días, los participantes, además de realizar varios talleres prácticos, analizaron cuestiones como ‘El proceso  editorial, la corrección de estilo y la preparación del original’, ‘¿Dónde está el copyright del traductor? La página de créditos y la cubierta’ o ‘La distribución y la difusión del libro. Desde el departamento de marketing hasta los blogs’. Participaron especialistas como Ana Mata Buil, José María Pisa, Gemma Rovira o Manuel de los Reyes. 


"El taller que organizamos en julio pasado estaba orientado a estudiantes. Ahora estamos preparando otro, para celebrarlo a finales de octubre, en el que queremos que participen sobre todo profesionales –relata Ana Gavara–. También aspiramos a sea un foro en el que salgan a la luz algunas ideas que puedan ser interesantes para desarrollarlas en esta nueva etapa de la institución".Relanzar las becas

La Casa del Traductor de Tarazona cuenta este año con un presupuesto de 120.000 euros para realizar sus actividades literarias. El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Tarazona aportan 30.000 euros cada uno y 60.000 la Diputación Provincial de Zaragoza. 


La financiación se cerró gracias a un convenio de colaboración entre las instituciones. El Gobierno de Aragón ha decidido dejar de formar parte del consorcio en el que estaba junto a Diputación de Zaragoza, Ayuntamiento de Tarazona, ACE Traductores y la asociación de amigos de la institución. 


Aunque la DGA ha manifestado su intención de seguir apoyando las actividades de la casa, lo cierto es que su decisión de abandonar el consorcio –que obligará a una nueva redacción de los estatutos– no es una buena noticia para la Casa del Traductor. 


Pero en Tarazona parecen tener claro que es una iniciativa que merece la pena apoyar. Los retos para los próximos meses son dos: recuperar el sistema de becas, que fomentaba la estancia de profesionales en la ciudad para realizar trabajos concretos de traducción, y la elección de un director para el centro.


"Queremos relanzar las becas este mismo año", confirma la concejal. En cuanto al puesto de director, vacante desde la dimisión de Mercedes Corral en 2011, Gavara asegura simplemente que "veremos cuál es el mejor sistema para dirigir la casa".