música

Homenaje a Paco de Lucía en el Auditorio de Zaragoza en el décimo aniversario de su muerte

El guitarrista Alejandro Hurtado y el pianista Andrés Barrios protagonizarán el concierto que se ofrecerá el 18 de noviembre. 

Paco de Lucía en su actuación en Pirineos Sur en 2013.
Paco de Lucía en su actuación en Pirineos Sur en 2013.
Javier Blasco

Este 2024 se cumplen diez años de la muerte de Paco de Lucía. La partida del considerado mejor guitarrista flamenco de la historia a los 66 años por un infarto dejó un cráter imposible de rellenar en el mundo de la música. Una década después se le sigue recordando con un sinfín de homenajes por todo el país. 

La sala Mozart del Auditorio de Zaragoza acogerá el próximo domingo 17 de noviembre un recital en recuerdo del maestro y para ensalzar su inmortal legado. Será un concierto a guitarra y piano a cargo de Alejandro Hurtado y Andrés Barrios. Las entradas ya se pueden adquirir en la www.entradas.ibercaja.es en un rango de precios que va desde los 27 a los 65 euros. 

Alejandro Hurtado es un virtuoso de la guitarra. De formación académica tanto en lo clásico como lo flamenco, su solvencia le ha valido para alzarse como ganador en numerosos certámenes al tiempo que es un cotizado acompañante de las principales figuras del cante flamenco. Entre los años 2022 y 2023 culminó su debut discográfico por partida doble, con un disco de flamenco clásico y otro de composiciones propias. 

El sevillano Andrés Barrios es uno de los pianistas españoles con más presente y futuro al aunar una intensa y premiada formación clásica con la técnica, conocimiento y vivencias flamencas y jazzeras. Al igual que su compañero de cartel, ha sido merecedor de numerosos galardones, destacando especialmente en el emblemático festival del Cante de las Minas. A sus sobresalientes condiciones interpretativas, se unen unas generosas dotes creadoras y la autoría de varios discos en solitario en los que interpreta sus composiciones que ha paseado por todo el mundo. 

Adiós a un mito

Paco de Lucía, que fue Premio Príncipe de Asturias de las Artes, es el  emblema junto con Camarón de la Isla de la renovación y difusión mundial del flamenco, al conectarlo con el jazz, la bossa nova e incluso la música clásica.

Discípulo de Niño Ricardo y de Sabicas, y respetado por músicos de jazz, rock o blues por su personal estilo, logró, entre otros muchos reconocimientos, un Grammy al mejor álbum flamenco 2004; el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco; la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992; el Premio Pastora Pavón La Niña de los Peines 2002; y el honorífico de los Premios de la Música 2002.

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