‘Pájaros’: El encuentro de dos almas perdidas

Cada día celebro más la calidad de los actores españoles. En las últimas semanas he visto algunas producciones que me han parecido interesantes, pero en las que lo que más me ha fascinado era el trabajo de sus intérpretes. Me ha vuelto a suceder con ‘Pájaros’, una película de Pau Durá que, otras virtudes al margen, brilla, sobre todo, por el trabajo que en ella realizan dos tipos tan grandes como Luis Zahera y Javier Gutiérrez.

Autor de dos largometrajes anteriores, uno de ellos, ‘Formentera Lady’, con un sobresaliente José Sacristán como personaje principal, Pau Durá es un cineasta que puede no dominar la técnica cinematográfica, perderse en la construcción de alguna secuencia o bajar la guardia en algún momento decisivo. Pero, eso sí, sabe elegir muy bien a quién quiere en sus repartos y sabe encontrar a los mejores y a los más indicados para sus historias. Así sucede en ‘Pájaros’, en la que el cineasta se rodea de dos grandes como Zahera y Gutiérrez para construir con ellos un drama en el que no faltan unas cuantas dosis de humor, varias reflexiones sobre la vida, una fotografía exquisita que recrea algunos de los hermosos parajes que recorren los dos personajes y, sobre todo, lo más importante, en la que se nos ofrece el encuentro de dos almas perdidas.

‘Pájaros’ es algo así como una ‘road movie’ en la que se conocen dos hombres que, ciertamente, no parecen pasar por el mejor momento de sus vidas. El uno carga con los tics propios del separado que es un desastre como marido y padre, y que vive del trapicheo. El otro, es alguien con una tragedia a cuestas que oculta tras su pasión por los pájaros en sus migraciones. Esa es la excusa que les llevará a un largo viaje, de España hasta Rumania y en el que ambos acabarán por confesarse a sí mismos lo que son y lo que ocultan y en el que encontrarán una cierta paz, una vez hayan sido capaces de aceptar qué hicieron en el pasado, quiénes son y cuáles son, si los tienen, sus pecados. Muy interesante.