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  • Gonzalo de la Figuera

Enuff Z’Nuff: El padre McKenzie se pone eléctrico

La banda estadounidense Enuff Z’Nuff.
La banda estadounidense Enuff Z’Nuff.
H. A.

Una semana sí y a la siguiente también, se está haciendo habitual ver por estos pagos a bandas foráneas de acreditado prestigio; el miércoles mismamente pisaron por primera vez un escenario zaragozano -el de la sala Z- los norteamericanos Enuff Z’Nuff, cuarteto procedente de Chicago con más de tres décadas de trayectoria. Una banda que nunca llegó a alcanzar rango estelar, quizá porque practicaba (y lo sigue haciendo) un tipo de rock difícil de encasillar en una categoría concreta, pero que la otra noche demostró que su propuesta sigue siendo muy disfrutable, sobre todo en vivo.

Y la cosa no pudo empezar mejor, pues arrancaron con ‘Magical mystery tour’ de los Beatles, de quienes publicaron un notable álbum de versiones hace tres años. Haciendo gala de un sonido compacto y poderoso, los de Chicago continuaron revisando piezas de toda su carrera como ‘Kiss the clown’, ‘Baby loves you’, ‘In the groove’, ‘Wheels’, ‘Fly high, Michelle’ o ‘New thing’, una canción cercana al power pop que les dio a conocer allá por 1989. Precisamente ahí radica la gracia y el intríngulis del estilo de Enuff Z’Nuff, en la mezcla de ingredientes del hard rock, el AOR, el rock melódico, el power pop, todo ello en equilibradas dosis.

Enuff Z'Nuff ***
Grupo invitado:Dusty Riders. 
Lugar:Sala Zeta de Zaragoza. 
Componentes:Chip Z’Nuff, voz y bajo; Jason Camino y Tory Stroffegan, guitarras y coros; Dan Hill, batería.

Es decir, dureza y melodías; un aspecto que se puso de manifiesto con plenitud cuando atacaron ‘Jet’, de Paul McCartney & Wings, ‘With a little help from my friends’ o su excelente relectura eléctrica de ‘Eleanor Rigby’. Evidentemente, las composiciones propias de la banda americana no pueden hacer sombra a las de The Beatles (pocos pueden, aun hoy en día), mas ello no resta valor al desempeño de Enuff Z’Nuff, paradigma de esos grupos que estuvieron cerca del éxito masivo pero que, lejos de renunciar y dedicarse a otra cosa, ahí siguen, entregados a la causa, envenenados por el incurable gusanillo del rock and roll.

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