cultura

Arte con sello oscense en el corazón de Taiwán

Los hermanos Chalo y Alva Moca han intervenido en el puerto de la ciudad de Kaohsiung dos torres de 15 metros de altura con una metáfora visual sobre el océano y la mujer.

El proyecto muralista se ha extendido a dos torres y un edificio en la ciudad portuaria de Kaohsiung, segunda urbe de Taiwán.
El proyecto muralista se ha extendido a dos torres y un edificio en la ciudad portuaria de Kaohsiung, segunda urbe de Taiwán.
F. Moca

No hay nada que se les ponga por delante a los Fratelli Moca. Ni siquiera dos torres de gran altura a miles de kilómetros de casa. Alva y Chalo Moca acaban de regresar a la Hoya de Huesca, después de una residencia artística de tres meses en el sur de Taiwán, donde han podido dar buena cuenta de su habilidad como ilustradores, diseñadores gráficos, pintores y –sobre todo– muralistas.

Aunque ya habían intervenido en espacios públicos de países como Islandia, Chile, México, Perú, Italia, EE. UU. o Panamá, ahora regresan de Taiwán, donde han firmado uno de sus proyectos más ambiciosos y mastodónticos. «No es el mural más alto, pero quizás uno de los más especiales que hemos hecho, porque la intervención engloba un conjunto arquitectónico bastante peculiar: son las cuatro caras de dos torres de 15 metros y tres paredes del edificio contiguo, fabricado a partir de contenedores de barco, algo muy común en una ciudad portuaria como esta», explican.

Se trata de Kaohsiung, la segunda urbe más grande de Taiwán, en el sur del país, donde recalaron tras una convocatoria abierta por el centro de arte Pier-2. «Nuestro proyecto fue seleccionado entre más de 200 y, de hecho, ganamos la beca en el año 2020, pero debido a todas restricciones de la pandemia la residencia se fue posponiendo hasta ahora», relatan.

El proyecto muralista se ha extendido a dos torres y un edificio en la ciudad portuaria de Kaohsiung, segunda urbe de Taiwán.
Las dos torres, vistas de frente, con los perfiles de las mujeres.
F. Moca

Los Fratelli Moca ya habían pintado un edificio de ocho plantas en China en 2019 y una enorme pared en una mina de Sicilia en 2021, pero la intervención en Taiwán ha sido «más compleja de lo habitual porque ninguna de las paredes en las que hemos trabajado era plana y así es mucho más difícil trazar y pintar».

En las últimas semanas, entre cubos de pintura y andamios, se han enfrentado también a un intensísimo calor y un sol pertinaz, pero aún así han conseguido desplegar su habitual imaginario sugerente y colorista sobre muchos metros cuadrados de chapa, ladrillo y metal. «Nos dieron total libertad para desarrollar el un tema previamente planteado: la parte oscura del océano. A partir de ahí, y tras una extensa investigación, nuestro proyecto lo titulamos ‘Las diosas del planeta océano’ y en él reflexionamos sobre cómo los humanos debemos respetar y reconectarnos con nuestro entorno natural», explican.

Los hermanos Fratelli Moca
Los hermanos Fratelli Moca, en una pausa de los trabajos iniciados en enero.
F. M.

Las dualidades

«Hemos representado a una serie de deidades mágicas, mitad humanas-mitad pez, que cuidan y protegen los mares y los pescadores. Nos inspiramos en la diosa Matsu (deidad del mar en Asia) y en su similitud con la Virgen del Carmen, patrona de los marineros en España», dicen los Moca. Ambos han optado por plasmar sólo figuras femeninas en el mural porque «al igual que la mujer da la vida, la vida en nuestro planeta se creó a partir del agua, del océano».

Su siempre vibrante paleta se resuelve esta vez con colores primarios y tonos rojos, azules y amarillos, que evocan «lo básico que resulta cuidar los mares y la naturaleza», así como con el banco y negro tan útiles para definir contornos. «En nuestra composición también hemos planteado elementos simétricos para jugar con el concepto taoísta del ‘ying y el yang’, la dualidad de las fuerzas del universo».

Los Fratelli Moca, recién regresados a España, atienden ahora otros trabajos, pero no pierden la ocasión de postularse cada vez que atisban un muro que les llama la atención: «Nos encantaría pintar un depósito de agua gigante que hay en el Casco viejo de nuestra ciudad, Huesca». Ojalá los navegantes atiendan el aviso...

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión