Diseñadora de vestuario para películas y series, Clara Bilbao se estrena ahora como directora con ‘Tratamos demasiado bien a las mujeres’, película que se apoya en un guión de Miguel Barros basado, a su vez, en la novela de Raymond Queneau.

Mezcla de géneros, que van del drama de reminiscencias bélicas a la comedia, salpicada ésta de un humor negro negrísimo, la realizadora debuta con una historia coral que es, también, una apuesta bastante arriesgada para alguien que, como es su caso, nunca se había puesto al mando de la nave hasta ahora. En este sentido, si por algo destaca y mucho es por la acertada elección de un reparto muy valioso, en el que se dan cita una serie de actores brillantes, que acaban convirtiéndose en lo mejor y más sólido de este trabajo.

En ‘Tratamos demasiado bien a las mujeres’ se recupera la posguerra española, cuando en los años cuarenta un grupo de milicianos se pierde en su huida hacia Francia y llega hasta un pueblo perdido. Allí les sucederán toda clase de peripecias, encerrados casi desde el principio en la oficina de correos (o similar) y con una rehén de armas tomar. Clara Bilbao trabaja a partir de un guión que resulta algo deslavazado, en el que se incluyen una serie de secuencias bastante mal construidas, en las que los actores tienen que asumir algunos diálogos pobres y con una falta evidente de dominio cuando se trata de ofrecer un trabajo coral.

Afortunadamente, la película cuenta con un estupendo equipo de actores por los que vale, y mucho, ver ‘Tratamos demasiado bien a las mujeres’. Carmen Machi vuelve a dar una de esas lecciones de fuerza interpretativa que tanto nos gustan de ella -¿por qué será que a veces me recuerda mucho al papel que hizo para ‘La Mesías’?-. Le acompañan, entre otros, Antonio de la Torre y Óscar Ladoire, además de la colaboración especial de Luis Tosar, que también se hace notar. Una película que demuestra el poder de los grandes actores.