El atuendo de la mezzosoprano Begoña Gómez, que interpretó los textos de ‘El amor brujo’, de Falla, en un arreglo para cuarteto con piano de José Luis Turina, era acorde con el título global de la sesión ‘Cuando el fuego abrasa’. Ataviada en blanco y rojo, en contraste con el riguroso negro de los instrumentistas, realizó una interpretación llena de matices líricos y resonancias trágicas, tanto en los pasajes cantados como en los recitados de la obra. El Ensemble Bayona, que creó y dirige el violonchelista aragonés Eros Jaca, arropó con una interpretación matizada y minuciosa la actuación de la mezzosoprano. Resultó sobresaliente la línea melódica del primer violín, servido por María Florea.

A la distancia de un siglo, la segunda pieza del concierto fueron los ‘Cantos para cuarteto de cuerdas’ del joven compositor valenciano Francisco Coll. Se ha caracterizado Eros Jaca, en sus sucesivas interpretaciones en el Auditorio, por abrir cauces expresivos a compositores valiosos de su generación, a dar a la música contemporánea el espacio que merece y el rigor que atesora. La obra de Coll discurre por senderos tonales impregnados de espíritu reflexivo y análisis cromático, que los cuatro intérpretes desentrañaron con fluidez y profundidad.

Aunque no figuraba en el programa de mano (sí en el general del Ciclo), Begoña Gómez, Eros Jaca y el pianista Jorge Nava interpretaron a continuación la emotiva canción ‘No por amor, no por tristeza’, de Antón García Abril.

En la segunda parte, ampliado el elenco instrumental hasta formar una orquesta de cámara, sonaron el ‘Concierto en Re’ para orquesta de cuerda, de Stravinsky, y la ‘Symple Symphony’, de Britten, con un gran sentido armónico ambas partituras, particularmente la segunda. Como propina, ‘Bachianas brasileiras, nº 5’, de Villa-Lobos, para mezzosoprano, violonchelo y piano.