Redactor de Cultura de HERALDO DE ARAGÓN

Miguel Ángel Berna, todo por la jota: ambición, riesgo, sueño e inconformismo

Miguel Ángel Berna resume en 'Rematadera' sus obsesiones y sus gustos artísticos: la jota, el flamenco, el folclore popular, la querencia por la melodía y la percusión, y el amor inquebrantable al baile.
Miguel Ángel Berna resume en 'Rematadera' sus obsesiones y sus gustos artísticos: la jota, el flamenco, el folclore popular, la querencia por la melodía y la percusión, y el amor inquebrantable al baile.
Francisco Jiménez.

Miguel Ángel Berna abrió el pasado miércoles las actuaciones de ‘Ramatadera’, el que podría ser uno de los espectáculos de su adiós y la transición de la interpretación a otras formas de producción y preparación de espectáculos. ‘Rematadera’ cuenta con dos voces, Lorena Palacio, ganadora de tres Premios Extraordinarios del Certamen Oficial de Jotas, y Maria Mazzotta, cantante italiana, de fraseo especial, que ya había colaborado con Berna en otros espectáculos. La primera, salvo algunos temas, se centra en la interpretación de la jota, uno de sus mejores momentos fue cuando cantó la llamada ‘Jota del pañuelo’: “Cuando se murió le puse / un pañuelo por la cara / pa que la tierra no toque / boquica que yo besaba”, el tema que Oto le dedicó a Felisa Galé que murió demasiado joven y de dejó instalado en la desesperación amorosa y en el alcohol; la segunda es la voz del mestizaje, de la incorporación de otras tradiciones que siempre le han interesado al bailarín y coreógrafo: la huella del Mediterráneo, los acentos árabes, la tradición italiana, la canción popular española y, por supuesto, el flamenco. Con Lorena Palacio, Maria hizo un interesante y dinámica ‘La tarara’, recuperada por García Lorca y Manuel de Falla.

La jota, el flamenco y la danza española son los registros donde se ha movido a gusto Miguel Ángel Berna. Ha expandido la jota, ha creado espectáculos ambiciosos, sobre diversos asuntos -se ha atrevido con Goya, con Buñuel y con Sender, hasta con el mudéjar y el Mediterráneo…- y ‘Rematadera’ es una síntesis de su mundo, de sus movimientos, hasta de sus rituales en escena; el modo de ejecutar el tacón punta, el sentido del ritmo, la aceleración, la búsqueda siempre de una cierta trascendencia o espiritualidad, el afán de conmover con el baile que viene del pueblo, a veces parece emular a los derviches... 

A sus 54 años, Berna sigue en plena forma: bailó solo, bailó un dúo muy especial y elegante con Yasmina Sánchez, lleno de armonía y complicidad, se integró en el cuerpo de baile, disfrutó y se entregó

Aus 54 años, Berna sigue en plena forma: bailó solo, bailó un dúo muy especial y elegante con Yasmina Sánchez, lleno de armonía y complicidad, se integró en el cuerpo de baile, disfrutó y se entregó como le gusta hacerlo: con una personalidad que el público conoce y asume, con su energía y esa pasión indiscutible. Por supuesto, Manuela Adamo, su mujer, que presenta la despedida y da gracias a un público constante, también ofreció una pieza llena de plasticidad y sugerencia.

Miguel Ángel Berna vuelve a colaborar con la cantante Maria Mazzotta, que encarna el espíritu del Mediterráneo.
Miguel Ángel Berna vuelve a colaborar con la cantante Maria Mazzotta, que encarna el espíritu del Mediterráneo.
Francisco Jiménez.

Los espectáculos de Miguel Ángel Berna siempre han tenido un valor añadido: la apuesta musical. Bajo la dirección de Alberto Artigas y Joaquín Pardinilla, ha realizado propuestas interesantes e híbridas. En esta ocasión Artigas estaba detrás, no en directo, aunque los sonidos pregrabados parecían suyos; si lo estuvieron dos asiduos colaboradores del bailarín: el gaitero Miguel Ángel Fraile, de El Mantel de Noa y O’Carolan, uno de nuestros grandes músicos, y Josué Barrés, toda una orquesta de percusión con esas manos prodigiosas. Generoso y atento con los suyos siempre, Berna les dio responsabilidad, presencia y protagonismo. Y ellos estuvieron a un gran nivel, tanto en sus solos como en sus actuaciones conjuntas.

Berna seguirá en la brecha de otro modo: es un animal de escenario y un trabajador. Gaizka Urresti ya lleva algunos meses grabándole un documental. Trabajador, generoso y proclive siempre a crear equipos.

El público no escatimó aplausos ni ovaciones y le recuerda al bailarín y bailador que siempre lo ha querido y que ha aceptado de buen grado su búsqueda, su innovación, esa alternancia de tradición y modernidad que ha intetentado siempre, su sentido del riesgo, su ambición, y ha reconocido su presencia innegable y muy activa en la tradición cultural de Aragón. Y Miguel Ángel Berna, recortado por la luz y con la silla de testigo, se despidió y se despedirá hasta el domingo con Maria Mazotta entonando un simbólico adiós. O tal vez un hasta luego. Berna seguirá en la brecha de otro modo: es un animal de escenario y un trabajador. Gaizka Urresti ya lleva algunos meses grabándole un documental y seguro que ahí también se ve eso. Trabajador, generoso y proclive siempre a crear equipos.

Lorena Palacio cantó varias jotas y emocionó al público, de modo muy especial, cuando cantó 'Un pañuelo por la cara', el homenaje de José Oto a su compañera Felisa Galé.
Lorena Palacio cantó varias jotas y emocionó al público, de modo muy especial, cuando cantó 'Un pañuelo por la cara', el homenaje de José Oto a su compañera Felisa Galé.
Francisco Jiménez.

LA FICHA

‘Rematadera’. Dirección, baile y coreografía: Miguel Ángel. Cantantes: Lorena Palacio y Maria Mazzotta. Músicos en escena: Josué Barrés y Miguel Ángel Fraile. Baile: Yasmina Sánchez y un cuerpo de baile. Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. Hasta el domingo 10 de diciembre.

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