El  recorrido que planteó el conjunto Plural Ensemble transitó desde la más remota modernidad hasta la más refulgente actualidad. Fue el último concierto del XIV Festival de Música y Cultura Contemporánea organizado este otoño por la OCAZ-Grupo Enigma.

La más remota modernidad se remonta a los inicios del siglo XX con Tomás Bretón, autor de famosas óperas y zarzuelas, pero también de música de cámara de sabor neoclásico y nacionalista, como las interpretadas ‘Danse orientale’ y ‘Bolero’, que pertenecen a las ‘Cuatro piezas españolas’ para trío de violín, violonchelo y piano. Un homenaje al autor en el centenario de su muerte.

Cambio radical de plano sonoro con ‘Situación insostenible’, de Josué Blanco, obra ganadora de un concurso para jóvenes compositores celebrado este mismo año. Flauta y clarinete fundidos con el trío inicial para explicitar de forma sonora la fragilidad y el incómodo equilibrio que sostiene al mundo contemporáneo.

Tras este vertiginoso salto más que secular, un estreno absoluto: ‘Bioluminiscencias’, de Carolina Cerezo, obra inscrita entre los estudios que la autora realiza sobre la luz y el movimiento. El Plural Ensemble, dirigido por Fabián Panisello, supo gestar la propuesta con una especial contraposición entre el clarinete bajo y la tesitura alta de flauta y violín.

El resto del programa, formado por ‘ich fürcht’ nicht’ de Konstantia Gourzi, la también premiada ‘Recurrencia’, de Aarón Esteve, y ‘Handicoak’, de Félix Ibarrondo, igualmente estreno absoluto, discurrieron por el mismo plano significativo que las obras precedentes, con una ejecución precisa y sugerente del conjunto instrumental, ducho en estas propuestas que contribuyen a dar voz a los exploradores de nuevos timbres y nuevas armonías, algunos de los cuales pueden figurar entre los clásicos el próximo siglo XXII. Hubo una propina.