Faemino y Cansado, reyes del humor absurdo, arrasan en el Zity Comedy de Zaragoza

El nuevo escenario para las risas en las Fiestas del Pilar, situado en Valdespartera, se llenó con la actuación matinal del dúo

Faemino y Cansado, este domingo, en el Zity Comedy de Zaragoza.
Faemino y Cansado, este domingo, en el Zity Comedy de Zaragoza.
MARCOS CEBRIAN

Lo tienes, o no lo tienes. Puedes trabajarlo, pero el trasfondo es la única forma de hacerlo brillar. Faemino y Cansado poseen el ‘mojo’ de Austin Powers, y lo trabajan, pero sin exagerar: les basta con un esfuerzo mínimo para alcanzar el estatus de genios y, al mismo tiempo, reírse de tal consideración. Así son. Maestros del absurdo y cónsones, por tanto, con esa inevitable insania de la existencia que muchos se toman demasiado en serio, don Carlos y don Javier pasearon su arte ayer al mediodía por el Zity Comedy zaragozano, lleno para la ocasión. Casi 2.000 personas les rieron las gracias a mandíbula batiente:era difícil hacer otra cosa.

Faemino y Cansado son veloces en la expresión, pero se les sigue la pista sin esfuerzo: basta con no intentar entender cada palabra y leer en diagonal (del techo al suelo y viceversa), las chorradas al aire que llenan hora y media de espectáculo. Ayer contaron que les gusta el Ruhr alemán, que les priva visitar ciudades como Essen, Bochum o Gelsenkirchen; Faemino confesó ser fan de Christine Lagarde desde niño, y haber probado con el faquirismo descalzo (caminar sobre vidrio roto) una sola vez, antes de empezar a hacer el número con botas. 

Los dos fantasearon con hacer un experimento sociológico para comprobar la reacción de un grupo de humanos a la ingesta exclusiva de crema de avellanas, pan de molde de masa madre y sopas instantáneas de bote... por otro lado, y en su habitual línea filosófica de escuela ignota, reflexionaron sobre la frustración, el hecho de venirse abajo y su afición a las divinidades en general: son panteístas, pero tienen fe ciega en Thor y algo menos en Odín.

También por separado

Si a dúo son imbatibles, sobre todo cuando tienen que explicar lo poco que usan el teléfono fijo por lo lejos que está, sus momentos individuales se las traen. Cansado encarnó al Hombre Procrastinador, un tipo que prioriza, y dijo no fiarse mucho de la gente que abusa del subjuntivo;además, reveló su truco para que los amigos no vayan a su casa a gorronear cena:tener siempre tofu y ofrecerlo frito.

Faemino se declaró insomne, y explicó la razón:le asaltan pensamientos súbitos justo antes de quedarse dormido como “¿por qué no van los chinos a las piscinas, que saben que no sabemos?” o “cuánto tarda en vomitar una jirafa”. Es posible no amarlos, pero también raro, raro, raro...

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