El grupo aragonés que imita instrumentos con su propia voz y triunfa en el mundo

El grupo Choripán, formado por los jóvenes Juano y Gako, quedó subcampeón en el Mundial de 'beatbox' celebrado en Berlín este verano.

Gako y Juano en el campeonato mundial de Berlín.
Gako y Juano en el campeonato mundial de Berlín.
Charles Seaton JR

El 'beatbox' es una forma de percusión vocal. Un buen ‘beatboxer’ tiene la habilidad de imitar varios instrumentos de percusión, e incluso trompetas, únicamente con la garganta, cuerdas vocales, lengua y boca. Así lo explican los jóvenes de 17 y 16 años Gako y Juano, los recientes subcampeones del Mundial de esta disciplina celebrado en Berlín este verano. Juano es de Zaragoza y Gako nació en Carolina del Norte, en Estados Unidos, pero lleva 4 años viviendo en la capital aragonesa.

"Es un arte superlibre -cuenta Gako-. Lo haces todo tú, es muy natural". Empezó a hacer 'beatbox' después de descubrirlo en un evento donde lo enseñaban en un taller. Juano, por su parte, aunque también conoce este tipo de música desde hace tiempo por su primo, confiesa que lo consideraba "una chorrada" antes de conocer a Gako. Solo lleva tres años, pero asegura que ha ido "con todo desde el principio". No creen que haya tanta diferencia entre ambos, puesto que, pese a que Gako hace 'beatbox' desde los 9 años, no lo ha practicado tan intensamente como estos últimos dos años.

Su nombre surgió de una forma totalmente espontánea. Intentaron crear uno que combinara sus nombres y "ninguno quedaba bien". La palabra ‘choripán’ surgió entre bromas y acabó convirtiéndose en su carta de presentación. "Representa la naturalidad", comentan entre risas.

No cuentan con un espacio designado para practicar, sino que aprovechan cualquier momento que tienen libre, ya sea en sus casas o fuera de ellas. "Me han tenido que poner alguna regla de no hacer 'beatbox' a todas horas en casa", confiesa Gako. Para entrenar juntos, aprovechan los periodos de recreo del instituto Goya, al que acuden, así como por la calle o en la casa de alguno. Afirman ensayan cuando van caminando por la calle, porque les ayuda a "simular la tensión y la respiración más rápida que se siente en el escenario". Aseguran que las horas que le dedican al género ya son suficientes para entrenar el aparato fonador, pero recomiendan también deportes que impliquen cardio y respiración: "Se entrena la velocidad, el rango vocal y la potencia, entre otras cosas".

"Un buen beatboxer es el que sabe usar la herramienta del 'beatbox' para que, a través de la música, pueda expresar hasta el más profundo sentimiento"

El año pasado, decidieron presentarse al Campeonato de España. De forma individual, Juano logró entrar en los 16 mejores, mientras que Gako alcanzó el 'top 8'. Su mayor triunfo fue en la modalidad de ‘tag team’ (pareja). Choripán consiguió la victoria: el título de los mejores de España y el billete para el Campeonato del Mundo en Berlín este año. Explican esta diferencia, en comparación con sus resultados en la modalidad individual, en su camaradería: "Algunos equipos son buenos individualmente, pero no saben compenetrarse".

Para ellos, un buen 'beatboxer' debe ser capaz de expresar emociones. "Tu puedes ser bueno técnicamente pero no transmitir -explica Juano-. Para mí, el bueno de verdad es el que sabe usar la herramienta del 'beatbox' para que, a través de la música, pueda expresar hasta el más profundo sentimiento". "Hay que recordar que hablamos de música y no solo competiciones, tenemos que encontrar el equilibrio entre las dos cosas", añade Gako.

Para el Mundial, se prepararon con esta idea y la mente fija en el "filtro": una ronda eliminatoria en la que cada equipo tiene dos minutos para actuar por su cuenta. Tras esta primera ronda, solo pasaron los cuatro mejores. Según explica Juano, "sirve para hacer que el nivel de las batallas sea muy alto". Hay que causar una gran primera impresión o el campeonato acaba ahí. Quedaron en el tercer puesto.

Las semifinales y la final consistieron en batallas: un equipo actúa durante un minuto y medio; entonces recoge el testigo el otro equipo (con la misma cantidad de tiempo) que, al acabar, devuelve el turno al anterior.

Se enfrentaron primero a los italianos, que habían quedado justo por encima de ellos en la eliminatoria. "Dieron guerra, no fue fácil", admite Juano. Como ya conocían su estilo, cambiaron un poco lo que llevaban "para contrastar más". Fue "una batalla bastante cercana" en la que ambos equipos lo dieron todo. El jurado se decantó por Choripán por 3-2.

En la final, sin embargo, perdieron contra los franceses, algo que no les sorprende demasiado. "Eran los favoritos -reconoce Juano-, llevan mucho tiempo siendo ‘tag team’ y se nota". Planean intentarlo de nuevo al año que viene. De momento, ya se han clasificado para el campeonato de España de este año.

Van a perseguir su pasión, aunque tendrán que compaginarla con el bachillerato, pues Juano va a 1º y Gako a 2º. Sus familias los apoyan, pero les han dejado claro que "primero hay que estudiar y luego hacer lo que se quiera". También están pensando en crear un taller propio sobre el 'beatbox'. "Es un arte con mucho potencial y que no se conoce tanto", lamentan. 

Confían en poder extender este género a más gente y que ayuden a aquellos que quieran iniciarse ya que aún no ha despegado en Aragón. Gako y Juano solo conocen a otros dos 'beatboxers' que vivan en Zaragoza, y otro más en Teruel. Sin embargo, afirman que en España hay "una comunidad muy fuerte que está creciendo" y que cada año se celebran varios eventos. Este año, en el Mundial han participado otros 13 españoles, que han logrado títulos como entrar en los 4 mejores del femenino y los 16 mejores del masculino.

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