Gaizka Urresti: "Gracias al cine he conocido en verano muchos pueblos de Aragón"

Ganador de dos premios Goya, está preparando el rodaje de un documental sobre José Maria Forqué y está a punto de estrenar otro, ‘Terapia de parejas’.

Gaizka Urresti, este verano en una visita a Alcorisa
Gaizka Urresti, este verano en una visita a Alcorisa
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¿Qué significa el verano para usted, qué le sugiere?

El verano para mí es la época en la que parar del día a día y eso facilita que la mente se resetee y surjan nuevas ideas. También es la época de retomar lecturas pendientes que no has podido hacer el resto del año y, por supuesto, el momento de estar más tiempo con mi familia.

¿Cómo lo vivía en su infancia y adolescencia?

De mi infancia recuerdo mucho las vacaciones con mis abuelos maternos en Vitoria, una ciudad donde nadie iba a veranear. Cuando mi abuela enviudó, iba con ella a Laredo, que tiene una playa estupenda. Eso sí, con la incertidumbre del tiempo del norte. A partir de los 17 años empecé a quedarme el verano en Portugalete solo a trabajar en un negocio familiar y por las noches iba a las fiestas de los pueblos de la zona (Santurce, Sestao, Bilbao...). Era un no parar.

¿Y en la edad adulta?

Ya de adulto los veranos son más cortos porque muchas veces me pillan trabajando y haciendo cosas diferentes.

¿Este año tiene o ha tenido tiempo para irse de vacaciones? ¿Adónde?

Las comencé el día 1 de agosto. Nos fuimos una semana a Bélgica intercambiando nuestra casa. Lo empezamos a hacer hace un año y nos encantó esta forma de viajar. Luego, por Aragón lo he compaginando con trabajo. Este año he ido a varios pueblos como Torrevelilla o Cuevas de Cañart para hacer presentaciones y lío a mi familia para que me acompañe. De camino aprovechaba para buscar distintas localizaciones en las que estoy trabajando. Las terminaremos en Teruel el 2 de septiembre, donde el Festival Desafío Buñuel nos premiará.

¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?

Nos gusta mucho Grecia y en 2020, tras la pandemia, nos animamos a ir todo el mes de agosto mi mujer, mi hijo y yo y, a pesar de haber comenzado mal porque en el mismo avión nos regresaron por unos papeles de la covid, lo intentamos tres días más tarde y fue un verano muy especial por el país y por las circunstancias.

¿Cuál es su rincón de Aragón favorito para desconectar?

No tengo ningún destino fijo de Aragón, pero gracias al cine he conocido en verano muchos pueblos presentando ‘Bendita calamidad’ o ‘Labordeta’. Lugares a los que quizás no hubiera ido. En ese periplo veraniego Tarazona y hace años Calanda siempre han estado presentes por sus festivales o por el rodaje de ‘Bendita calamidad’ en 2014.

¿Qué destino vacacional tiene pendiente por cumplir?

No tengo ningún sueño por cumplir a nivel de viajes, pero sí es cierto que un año le propuse a mi mujer hacer un costa a costa en Estados Unidos. Me dijo que no y luego no he tenido la ocasión de afrontar un viaje tan largo. Quizás en un futuro.

¿Qué tipo de lecturas u otras actividades realiza estos días?

De conciertos me gusta ir aunque sea un día a Pirineos Sur. Es un festival muy especial. Desde el año pasado instauramos una costumbre que espero se quede: ir en familia al Vive Latino. Es una estupenda forma de terminar el verano en Zaragoza. El cine de verano también es muy importante.

¿Qué película, canción y/o concierto evocan un verano inolvidable para usted?

Sin duda, el verano de la Expo de Zaragoza con sus noches y conciertos. Recuerdo el concierto de Antony and The Johnsons. Ese día dirigía la gala de clausura de la Tribuna del Agua y todo marchó perfectamente después de un intenso trabajo de esos meses. Esa noche era calurosa pero corría un ligero viento que movía la melena de Antony Hegarty, que desplegaba toda su sensibilidad. 

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